miércoles, 16 de abril de 2008

Burning
Demasiado Demasiado Pronto
(Segunda parte)

De aquel festival las crónicas de la época recordaban un poco al Woodstock de Estados Unidos, pero era 1975!!!! En España las cosas llegaban tan tarde... Burning con su aspecto Glam, entre tanto olor a pachuli, Eran distintos, en un régimen franquista que se caía a pedazos. Prueba de ello fue que en ese mismo verano del 75 se celebró en Cataluña el llamado Canet Rock, con cantautores como María del Mar Bonet, Ovidí Montllor, Pi de la Serra y otros cantautores de la época... Cantando en catalán!!. En esa época, aunque como decía Bob Dylan “los tiempos están cambiando”, los sectores de la izquierda, a los que tanto les gustaban los cantautores, miraban mal a los grupos de rock, a los que acusaban de hacer “música del imperio”, ¡como si la canción protesta no bebiese del folk rock americano de los 60!

El mismo año, Burning, salen en el programa de TV Mundo pop y graban un segundo single con las canciones “Like a shot” y “Rock & Roll”. En aquella época junto a los títulos en inglés, encontrábamos su traducción al castellano, como en el inmortal “Born to be wild” de los Steppenwolf acreditaban “Nacido para ser indómito”y debajo de “Like a Shot “ ponia “Como un estallido”.

Estos dos temas también se incluyeron en el primer volumen recopilatorio de Viva el rollo, junto a otras formaciones del momento como Volumen, Indiana, Moon, e incluso el locutor Mariscal Romero interpretaba dos versiones de los Rolling Stones, además de hacer de maestro de ceremonias en este documento sonoro del llamado rock bronca madrileño. Los Tílburi hicieron una canción sobre el artículo “La invasión de la cochambre” que escribiera la prensa del movimiento burgalesa. En la cubierta aparecía una chabola con pared blanca y en una pintada rezaba el título del álbum. Recuerdo un viejo Star, donde Diego A. Manrique, si no recuerdo mal, contaba que Lenny Kaye, guitarra de la banda de Patty Smith, cuando esta actuó en España, le pidió que le enviase una copia de ese disco a Estados Unidos. Kaye, además de ser un gran guitarrista de rock, se encargó de los recopilatorios de grupos de rock de garage Peebles. Manrique terminaba el artículo deseándole suerte en las ventas de Viva el rollo, no sea que finalmente se fundiesen esos vinilos para grabar en ellos al cantautor valenciano Raimon.

Por aquellos años en la ciudad de los rascacielos habían bandas que seguían la estela de New York Dolls, Kiss o Blue Oyster Cult, con unos nombres tan explícitos como Teenage Lust, Harlots of street 42, Luger, Suicide, Television, Dictators, Stiletos, Ramones, Wayne County and the Electric Chair. Street punks muchos de ellos, ya míticos, con algo que recordaba al rock bronca madrileño, coincidiendo a mediados de los 70. En el nº 11 de Vibraciones leíamos en un artículo “Los nombres de los nuevos grupos de Nueva York”, “ una lista (traducida al castellano) de los nuevos grupos de esta ciudad nos puede dar una buena idea de la saludable atmósfera ciudadana que hoy vive la ciudad de los rascacielos: Lujuria adolescentes, Rameras, Suicidio, Eric Emerson y las mágicas prostitutas, Cretinos Callejeros, Televisión, Demonios, Estiletes, Dictadores, Buenas Ratas...”. También Oriol Llopis hablaría de ellos en su artículo en su artículo sobre el rock underground USA en el álbum de rock y comics Mosik, o como definiría muy bien Diego A. Manrique en su libro De qué va el rock macarra “De los sobacos de esta urbe monstruosa que es Madrid se escapan unos ruidos amorfos, vulgares, estridentes. No es bonito, no es original, no está “de moda”. Teóricamente no puede existir, pero ahí está. Encerrado en garajes, chamizos, y otros inverosímiles locales de ensayo, con cortas escapadas para actuar en clubs de barriada, el punk rock madrileño sigue viviendo porque no sabe morir.” Se habla por entonces de la posibilidad de que Burning grabe un LP con el supuesto título de Only for women, que nunca llega a ver la luz. Sería por el año 76 o 77 cuando los líderes principales del grupo, Antonio y Pepe “Risi”, son reclamados para hacer el servicio militar. Coincidiendo con el año que los Rolling Stones actuaron en la Monumental de Barcelona. Justo cuando los españoles empezaban a estrenar la democracia, Antonio y Pepe eran sustituidos por varios baterías y el guitarrista Aris Cuenca.

EL FIN DEL SPANGLISH

A finales de 1977 con Antonio y Pepe de nuevo en el grupo, les rescinden el contrato Movie Play. Alegarían entre otras cosas que ellos no hacían rock con raíces, a lo que respondió el bajista Quique “Lastrung” que ellos hacían “rock con cojones”.

Coincidiendo con la llegada del fenómeno punk en tierras británicas, actúan de teloneros de los londinenses Doctor Feelgood, ya sin su primer guitarrista Wilko Johnson, por desavenencias con el otro líder del grupo, Lee Brilleaux. Dando una minigira en un país tan desolado como el nuestro, actuarían en Bilbao, San Sebastián, Madrid y Barcelona. Dándole los madrileños un repaso a los ingleses, pareciendo que las estrellas eran los Burning. En San Sebastián llegaron a las manos durante el montaje del escenario, pues los técnicos de sonido les daban la mitad de volumen.

En Madrid, animados por su público, les darían una buena paliza con su actuación. Y en Barcelona fue el no va más, como reflejan algunas crónicas. “Burning y Dr. Feelgood, el mundo al revés: El último concierto más o menos importante del año en Barcelona fue un poco decepcionante. Decepcionante respecto a las “estrellas”, prometedor respecto al grupo soporte. Porque si los doctores dejaron bien a las claras lo quemadísimos que estaban en cambio Burning se quedaron con el personal de mala manera. Burning dejan las cosas claras desde el primer momento. Ellos son unos rokcanrollers, , chuletas de primera categoría, y a partir de ahí lo tomas o lo dejas. Yo personalmente lo tomo. Y no soy el único, mucha gente después del concierto estaban de acuerdo que los nenes de Madriles habían sido lo mejor de la noche”.“Al salir del local intuí que muy probablemente Dr. Feelgood no tendrán un próximo LP porque ya no les queda nada por decir. Bien al contrario de Burning, desde luego Dios da pan a quien no tiene dientes, o mejor dicho: los executifs dan vinilo a los que no saben qué grabar en él”.
Estos comentarios eran del Star. Y en un Vibraciones de enero de 1978 leíamos “Ya me he referido a la impresión que Brilleaux y su peña me causaron, recordando con nostalgia aquella inolvidable actuación en el festival de Orange del 75, aquella terrorífica banda que barrió de un golpe a toda la competencia me parecieron infinitamente disminuidos, cansados, copia de sí mismos, profesionales aburridos que aún podían engañar a muchísima gente pero que quizá estaban ya pudriéndose por dentro. Burning era otra cosa, menos malabarismos, más sucios pero más efectivos y más reales, una suerte que hayan podido presentarse ante audiencias multitudinarias. Un buen rodaje que puede convertirlos de una vez por todas en el grupo que son, porque si Ramoncín promete, Burning es ya una realidad”.

A la vuelta de la mili, el grupo ya tiene temas cantados en español e intentan incluso promocionarse e instalarse en Miami. Por aquellos años ya encontramos en Madrid grupos de actitud punk como Ramoncín y WC? y Kaka de Luxe. En una entrevista que les hacían a estos últimos les preguntaban en el desaparecido semanario musical Disco Express “¿Venís a desbancar a los viejos?” “Que va, nosotros no nos metemos con los Burning. Son muy cachondos. Y además fueron los primeros en ponerse pelucas rubias, medias y gafas negras”.

Por fin, en 1978 consiguen un contrato en condiciones con la Belter, en su subsello Ocre, no fuera que mucha gente se asustase al verlos grabar en la misma compañía que Manolo Escobar, que tanto perjudicara a la Banda Trapera del Río. Al final del verano la revista Star los saca en portada en color, con el teclista Johnny haciendo el truco de parecer un enano. Oriol Llopis escribe un bonito artículo con entrevista a Pepe Risi incluida. Ya con su primer LP en la calle y han intervenido en la banda sonora de la película de Fernando Colomo Qué hace una chica como tú en un sitio como éste, donde además intervienen como un grupo de rock llamado Eructo.

El artículo de Llopis es una verdadera declaración de principios cuando dice “Si los Rolling Stones hubiesen nacido en España ten por seguro que se llamarían Burning. Dicho de otro a pesar de que los Stones siguen siendo la mejor banda de rock del mundo, desgraciadamente ya no viven por y para la música, su música. Viven para pasárselo bien. Todo lo contrario que Burning, cuya única razón es, y vuelvo a repetirlo, el rock & roll. Incluso creo que aman al rock mucho más que los Stones. Ahora mismo Jagger y su pandilla de rockeros playboys están mucho más interesados en encontrar el método de evadir divisas y esquivar impuestos que no en la música que hacen. Al igual que unos Velvet Underground, unos Flaming Groovies, Burning ha sido un grupo maldito con racha de mala suerte y han tenido que currar muy duro para llegar a situarse donde están ahora”.

En cuanto a la película de Colomo, a mí personalmente lo único que me gusta a parte de la actuación de Burning es su banda sonora. Pues la cinta, para el que no la haya visto, empieza con la banda actuando en una especie de teatro o cine, interpretando su emblemática “Jim Dinamita”, y su público sentado en las butacas... algo difícil de creer!. Además aparecía como el solista un tal José Lage “Fifo”, y Antonio, el verdadero cantante de los Burning pasaba a la guitarra rítmica. Antes de este film, el director había hecho Tigres de papel, una película de progres con Carmen Maura, quien volvía en ésta como la novia del cantante de Eructo. Uno de los pocos momentos divertidos es cuando Félix Rotaeta, que interpreta al exmarido de la Maura y hace de un confidente de la Policia bastante facha y matón (como Torrente, vamos), cuando le ha sacado la pasta de la peluquería a su exmujer, los Burning se la roban a éste, que va vestido como el mago Mandrake de los comics. O cuando José Lage “Fifo” actúa en dicha peluquería para que lo laven y marquen y pide dinero a punta de navaja para poder pagar.

La canción que titulaba el film sale como single y se convierte en su tema más conocido hasta nuestros días. La película acabó sirviendo más de lanzamiento para el grupo que para su realizador. Se nota que es un antecedente de la movida madrileña. La canción, que Pepe “Risi” y Antonio tomaron de una frase de Humphrey Bogart en una de sus míticas películas, y que compusieron con una guitarra acústica y sentados en una cama, sin invertir dinero ni nada estuvo en los odiosos 40 Principales. El grupo recordaría “Ya metidos, intentamos comprar el número 1, pero nos dijeron que las cosas no funcionaban así. Lo decidimos un día a las 12 de la mañana tomando un cocktail en el Pentagrama a puerta cerrada y escuchando “Sweet Virginia”. Esa canción tenía que estar en lo más alto, estábamos calientes, no pudo ser”. En la cara B del sensillo incluyen la inédita “Ginebra seca”.

BURNING MADRID

Ese mismo año, 1978, ve la luz el primer larga duración de los madrileños, un vinilo que se nota lo bien currado que está. Con una portada en blanco y negro de ellos con cazadoras de cuero, gafas de sol negras y cigarros en la comisura de los labios. En la contraportada, la calle desierta. La carpeta del álbum se abría y podíamos verlos con pintas pseudo-glam, y aparece la frase que dijera Brian Jones en el epitafio del malogrado Rolling Stone, “No me juzguéis con demasiada dureza”. En definitiva es que los Burning habían pasado de cantar en spanglish a hacer rock en español, y por fin sacaban un larga duración donde plasmar sus nuevas canciones.

Oriol Llopis escribiría en Star: “La guitarra de Pepe destripa más que una navaja trapera, el bajo de Enrique suena como una barra de hierro atizándote en el coco, y Antonio exhibe una voz rasgada, desafiante, como si estuviese vacilando a todo bicho viviente. No hay voces así en este país, no... Todos los temas son guapos, y por eso quiero comentar las piezas una a una.“Madrid”: “es el “Brown sugar” de los Burning, Antonio trata a su ciudad como si fuese una mujer, una puta a la que odia pero que al mismo tiempo puede que no puede prescindir de ella”. La canción definía muy bien la onda de los Burning de aquella época, con el sonido del órgano típico que sonaba al principio. “Roc & Roll mama”: “es muy sencilla y pegadiza”. A mí personalmente me parecía una canción para los chicos de Tequila, que por entonces también sacaban su primer LP, más que para los de la Elipa.“Hey nena”: Este es uno de mis temas favoritos de siempre, a medio tiempo y con la guitarra afilada de Pepe Risi sacando auténticas chispas y esquirlas del sonido de su esbelta gibson Les Paul, que recuerda un poco al sonido afilado que sacaba James Williamson de los Stooges, tanto en el Raw power como en el New values. La canción decía “Mi chica no quiso cruzar la frontera conmigo/ diciendo que era sólo para su marido/ entonces me vi enterrado vivo” y a continuación seguía “Te voy a zurrar nena/ para que seas más divertida/ te voy a zurrar nena/ por ser tan aburrida”. Esto lo sacan ahora y con eso de la “violencia de género” los multan y encarcelan de por vida. El tema tenía unos coros similares a los del “Sympathy for the devil” de los Rolling Stones. “Lujuria”: un bonito tema triste donde Johnny demuestra que no sólo usa sus teclados para rellenar lo que le dejan sus compañeros de grupo. Además de sonar el saxo de P. Iturralde, y de demostrar que también eran buenos baladistas.

La segunda cara del disco empieza con “Miéntelas”, en la onda de “Madrid” y “Hey nena”, con una energía increíble y unos acordes que suenan con estrofas como esta “Toma un lugar en su circo y dómale a su mujer/ juega sucio y no preguntes por qué”. O “Le dije nena te quiero y ella se burló de mí/ la mentía y ella se moría por mí/ qué puede hacer un muchacho/ sólo mentir y mentir/ cuando quiere a una nena conseguir/ miéntelas, ellas te quieren así”. Otra canción que ahora también hubiese tenido problemas por parte del sector más feministoide.

La siguiente es la inigualable “Jim Dinamita”, donde hablan a un personaje que recuerda al “Northamerican” de Kim Fowley, o el Pijoaparte de Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé. Todavía recuerdo cuando en la fiesta del Diario Pop, presentado por Jesús Ordovás, Burning invitaron a Loquillo y a Sabino Méndez a cantarla juntos. Otro tema que hoy sería difícil de grabar por su letra “ A una guiri violé al salir del talego, y me llenó de plata por todo ello”. O las maneras de Jagger y Richard cuando dice “Si tu mamá supiese nena/ donde has de besarme/ cuando tú quieras verme a mí sonreir”.

Como broche final, la balada “Sin tiempo para vivir”, un medio tiempo que termina con la estrofa “Voy a poner fin a mi vida, bailando un R&R suicida”. Volviendo a Oriol Llopis “Y cuando la aguja llega al final del disco, uno le da la vuelta y empieza de nuevo”.

También sacaron un single con la canción que sirve de título a la película donde aparecen junto al gran tema “Ginebra seca”, con metáforas como “Yo estaba apoyado/ tú en la estantería parecías sonreir/ yo quería sentir lo que hay de verdad/ en las mil historias que cuentan de ti/ no me lo creo nena/ no me lo cuentes nena/ piensa que yo estuve allí/ no me lo cuentes nena/ ya pasa de mí/ quiero sentir el calor de tu aliento recorrer mi cuerpo/ lo voy a intentar lo voy a conseguir/ no me lo creo nena/ pasa de mi”.

Si muchas de estas canciones las hubieran firmado Mick Jagger y Keith Richards en lugar de Pepe Risi y Antonio, serían piezas de culto en varias partes del mundo, pero como Burning no eran ni ingleses ni americanos, pues eso... Por aquellos años estaba el fenómeno de las fans, con los Bosé, Pecos, Ivan, Marín y Leif Garret. Aparecían en el programa de TVE Aplauso con multitud de adolescentes gritando. Y a la Belter se le ocurre la brillantísima idea de crear un club de fans. Después de ver los resultados de los arriba citados, vaya panorama para unos genuinos “macarras de la Elipa” que amablemente invitaban a la presidenta, vicepresidenta y algunas fans a un restaurante económico de menú único a base de ensalada y pollo asado, mientras entre café y café buscaban, junto a su amigo Oriol Llopis, un contacto para pillar “material”. Ese fue un tema muy habitual en ellos, la falta de dinero, pues como tantos grupos en este país, iban a los conciertos en una furgoneta con sus instrumentos, su equipo de sonido, “un siniestro road-manager, un conductor de aspecto tenebroso que llevaba navaja trapera en ristre, y dos famélicos roadies que, por el tamaño de sus músculos, lo único que podían levantar era un viejo y destartalado radiocassette”. Aparecieron en el programa Aplauso, presentado por la actriz catalana Silvia Tortosa, y en la revista porno Lib, aquella que el malogrado escritor Umbral definió como “el Playboy de los pobres”. El grupo posó junto a varias chicas que hacían un numerito lésbico. Su potencial en directo seguía intacto, como demostraron en 1979 en el pabellón de deportes de Badalona, el mismo donde juega en equipo de baloncesto del Juventud, teloneando a los sevillanos Triana. De las 3.000 personas asistentes a la actuación de Burning, sólo 500 se quedaron a ver al grupo estrella. Jaime Gonzalo escribió en Star, “El recinto del Juventud se vio atiborrado por gran cantidad de público, en su mayoría nativo de Badalona. El concierto presentaba también a Triana, pero uno no es muy dado a escuchar panegíricos instrumentales sobre la historia mozárabe-musulmana-mora-sefardí o lo que sea, y no tuve el valor de aguantarlo... así que sólo puedo escribir sobre Burning. De aquella estampa de chulos de la Elipa, han pasado a convertirse en refinados rockers. Tanto en sonido como en imagen, que hoy por hoy son de lo mejorcito que corre por el escaparate celtibérico, y lo mejorcito sin ninguna clase de dudas. Así lo demostraron en un concierto con todo el savoir faire que otorga la profesionalidad y la agilidad como mandan los cánones del negocio. Auténticos protagonistas del rocanrol hurbano. Los muchachos de Burning remacharon un recital duro y de cuerpo entero. Unas canciones con texto en castellano que no resultaban, como suele ocurrir en estos casos, de débil inspiración. Por otro lado, instrumentalmente hablando, son sumamente cuidadosos. Así, en su totalidad, Burning es algo donde agarrarse en este desolador panorama hispano. Puede que estos, ahora sofisticados outsiders de la capital, tengan unas raíces que emerjan de la más consabida tradición británico-americana. Pero sinceramente, es algo que me importa un pepino. Los tipos lo hacen bien y logran que escucharlos sea una delicia. Una delicia que te hace olvidar el sinfín de influencias que revolotean alrededor de su repertorio. Ahhhh, tocaron cosas como “Jim Dinamita”, “Qué hace una chica como tú en un sitio como éste” – sigo creyendo que es una de las canciones básicas del rock español- “Johnnie B. Goode”, y unas cuantas piezas nuevas que significan un inteligente nuevo enfoque en la carrera del grupo. Ahora que están bajo la tutela de “Tío Gay” supongo que los podremos ver más a menudo”. En esa actuación ya no estaba su anterior batería, Teto, que prefirió dedicarse a los estudios cuando Antonio le preguntó “Tú que prefieres, dedicarte a estudiar o al R’n’R, tío”. Sería sustituido por Lito. Pero ya antes habían grabado su segundo LP, El fin de una década. Con varios bateristas encargándose de los parches, en algunas canciones se encargó de la percusión el propio Pepe Risi. También colaboró Ramiro de Leño, antiguo baterista de Coz. La portada es una maravilla, con los componentes del grupo junto a una mesa en la que vemos una revista porno con una rubia haciendo una felación, un disco de Led Zeppelín, uno de los punks ingleses Slaughter & the Dogs, pastillas, porros, una jeringuilla hipodérmica, un diario con noticias y una foto de Adolfo Suárez, una corbata para el torniquete del pico, unas rosas, una baraja de cartas, el primer LP de la banda, una navaja automática, un despertador, una zapatilla deportiva, billetes de 100 y 1.000 ptas. y una botella de vino. En la contraportada todo ello roto y manchado de vino. Aunque en la cubierta a la foto la rodea unos colores de un tablero de parchís que queda un poco estúpido. Se rumorea por ese tiempo que Jaime Stinus, guitarrista por entonces de la Orquesta Mondragón y excomponente de Brakaman, iba a formar parte de Burning. Hubiera sido genial ver a Stinus junto a Pepe Risi. Como Steve Hunter y Dick Wagner a la española. En 1980, de nuevo Star hace mención de los Burning hablando de El fin de la década. “Al contrario del primer álbum, en el que la portada era perfecta por su sencillez, el segundo LP de Burning ha sido horriblemente masacrado por los señores del departamento artístico, que han añadido a la foto de la portada un marco a base de rayas de colorines, en plan parchís, que es sencillamente vomitivo. Pero en fin, dicen que si el contenido es bueno, no importa el pellejo... El contenido: mejor que el primer LP”.

miércoles, 5 de marzo de 2008

José Legrá el Puma de Baracoa

José Legrá
El puma de Baracoa

(Primera parte)

Actualmente en España sólo se puede hablar de boxeo con la gente mayor, pues los jóvenes nada más que conocen las “tonterías” de Poli Díaz o Mike Tyson. Ignoran la gloria que le dio el boxeo al deporte español y al púgil que mostró el camino al triunfo a este deporte. Un hombre que por sus victorias, su elegancia boxeando y su verborrea se le conoció como “el Puma de Baracoa” o como “el mini Cassius Clay”.
Este boxeador llegó de cuba para nacionalizarse español y le dio a nuestro deporte, además de sus más de 130 victorias, dos títulos mundiales y siete europeos. Este hombre era José Legrá, y estamos hablando de hace más de 30 años, cuando Fernando Alonso y Rafa Nadal no habían nacido.

Los primeros años en Baracoa
José Adolfo Legrá Utvia nace en Baracoa, Cuba, un 19 de marzo de 1943, siendo segundo de siete hermanos en el humilde barrio de Matachín. Cuando sólo contaba con once años, sus padres se separaron “Mis padres se separaron, mi mamá tuvo que sacar adelante a cuatro negritos”.

En esos años de pobreza, nuestro protagonista trabajaba como limpiabotas y al terminar repartía periódicos por su barrio, donde iba vociferando los nombres de los diarios que vendía: Surco, Oriente, etc... Después curraba de manisero, como la famosa canción del también cubano Antonio Machín. Vendiendo maní llevando una campanita y gritando “El manisero!”, “Que se va!”. Y al final de la noche hacía de guía para los turistas norteamericanos que iban en busca de prostitutas. Como Legrá recordaría años después “Ellos me decián “fuck” y yo les llevaba donde estaban ellas”.

Algunos días iba al colegio, muy pocos, pues se colaba con su amigo Rafaelito por una tubería que descendía al cine El Encanto.

Sus primeros pasos en el boxeo amateur
A Legrá le apasionaba ver las películas en aquel cine de barrio, y fue allí donde pudo admirar a sus primeros ídolos: Kid Chocolate, Kid Gavilán, Archie Moore, Ray “Sugar” Robinson, y un cubano que boxeaba en Europa y era amigo del escritor premio nobel Ernest Hemingway llamado Kid Tunero ¡cómo golpeaban!. A aquel negrito debilucho que se alimentaba de poco arroz le gustaba la idea de ser un día como sus ídolos.

En la playa de Baracoa se organizaban combates de boxeo, el premio para un chico como él era muy suculento: un dólar, un bollo y un vaso de leche. Nadie consiguió derrotar en los combates playeros a Legrá. Su primer descubridor, René Pecado, vio en él un campeón en potencia y lo recomendó al gimnasio La Punta. Pese a la feroz oposición de su madre que ya había intentado en varias ocasiones que éste dejara dicho deporte, quemándole su equipo de boxeo. En noviembre de 1958 debuta como amateur derrotando a Tomás “Guachiro” Rodríguez, ganando 700 ptas. de la época. Aquel dinero eran varias jornadas de repartidor de periódicos, de manisero y limpiabotas. José Legrá realizó en total 23 combates como púgil aficionado, ganando 22 y perdiendo sólo uno en Santiago de Cuba contra Vicente Núñez, siendo uno de sus mayores disgustos.

Su madre llegó a prohibirle que entrara en el gimnasio, por lo que decidió dejar Baracoa y marchar a la Habana, por medio había mil kilómetros. A la Habana yo me fui... en busca de la gloria.

Para llegar a la capital de Cuba se fue con una caja de cartón y doscientas pesetas y se puso a hacer autostop. Sólo le recogían camiones, y los conductores le daban de comer lo que podían. También paraba en los restaurantes donde fregaba platos a cambio de comida.

A uno de estos camioneros, llamado Manolo, le sorprendió su confianza y empeño en llegar a ser campeón mundial de boxeo. Al llegar a la Habana, el conductor le pagó los primeros 15 días de pensión y comida. Allí conoció un paisano suyo que le presentó al que sería su primer manager Luis Sarria, luego cutman de Muhammad Alí y Ray “Sugar” Leonard. Quien lo llevó a su gimnasio, del que Legrá recordaría “Allí sólo había monstruos del boxeo, Luis Rodríguez, Mantequilla Nápoles, Sugar Ramos, Kid Chocolate, Kid Charol, Kid Tunero y Kid Gavilán”.

Kid Gavilán, el mítico excampeón mundial de peso welter, le enseñó su legendario “bolo punch”. “Kid Gavilán me dijo que el golpe iba a la carótida, así que dibujé una cara en el saco y ensayé el golpe de la carótida”. Ese golpe se lo enseñó el mismo Gavilán a Muhammad Alí, y luego lo usarían Ray “Sugar” Leonard y el español Pedro Carrasco que lo trajo importado de Brasil.

En el gimnasio de Luis Sarria, al lado de tantos excampeones y futuras promesas aprenderá el arte de golpear sin que te peguen, y la elegancia y el ritmo de la que pueden presumir los boxeadores cubanos, célebre en todo el mundo. A Sarria le convenció la forma de boxear del joven Legrá, pero le preocupaba su constitución, estaba demasiado delgado y desnutrido. Le dio de comer un monumental filetón.

Cuando José iba a debutar como profesional en el ’59, el doctor le descubrió una anemia durante el reconocimiento médico y le prohibió boxear durante un año, el cual lo pasó al lado de su manager y se trasladó a un buen piso. Llegando a enfermar de tanto comer carne para intentar compensar tanta hambre atrasada.

Al poco tiempo su madre se volvió a casar. A Legrá le resultó grato que alguien cuidase de ella, pese a que su progenitora no le había dirigido la palabra desde su marcha en busca de fortuna.

Legrá profesional
En 1960 ya ha triunfado en Cuba la revolución liderada por Fidel Castro, su hermano Raúl, Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos. El general Fulgencio Batista huye del país ese año cuando Legrá debuta como profesional en la Habana contra Pedro Piñero. La pelea se va a retransmitir por televisión por todo el país. El combate estaba pactado a cuatro asaltos de tres minutos y uno de descanso. El incentivo por la victoria asciende a 3.000 pesetas. El debutante vence a su rival por los puntos.

Quince días después vuelve a subirse a un ring contra otro gran nombre, Ramón Ferrer, con quien hace combate nulo. También retransmitido por TV y volviendo a embolsarse 3.000 calas.

Legrá cuenta sus combates por victorias y contra adversarios bien ranqueados. Subiendo su cotización al derrotarlos. De 14 combates obtiene 12 victorias, un combate nulo y una sola derrota, a la postre injusta, contra Bobby Luis, a quien derrota en la revancha. Pasando de ganar 3.000 ptas. a 12.000. Ahora se podía permitir sus primeros caprichos: zapatos y trajes. El resto, como siempre, se lo enviaba a su madre.

Aprovecha unos días libres para visitar a su familia en Baracoa. Esta vez el trayecto lo hizo en avión y con regalos para todos. Su madre, Mamá Sole, no pudo resistir la emoción y fue a verle al aeropuerto. Aunque la visita fue corta, su manager le había organizado combates en México.

Legrá vuela a México y EEUU y conoce a Cassius Clay
Luis Sarria le había conseguido una pelea en México, era la primera vez que combatía fuera de su país, y tras cinco horas de vuelo llega a México DF. En la capital azteca conoció al actor cómico Mario Moreno Cantinflas y al cantante y actor Miguel Aceves Mejías. Los diarios hablaban del “Puma de Baracoa”, y las gradas del Arena México estaban llenas. El rival era Ángel Ray, y el cubano fue derrotado por no adaptarse a la altura. De allí volaría a los USA. En Miami boxea en el Conny Beach derrotando por KO en el quinto asalto a Jimmy Hightower, que le sirvió para resarcirse de su derrota anterior. Luego, el mítico preparador Angelo Dundee lo llevó a su gimnasio donde conoció una semana después a un chico de su misma raza llegado de Louisville, Kentucky, que acababa de ganar la medalla de oro en el peso semipesado en las olimpiadas de Roma y que respondía al nombre de Cassius Clay. Legrá y Clay hicieron buena amistad y le dio un consejo que nunca olvidaría: “No hagas caso de lo que digan los demás; si tú crees en ti, sigue adelante”.

Semanas después se enfrenta en Tampa Bay con Hilton Smith, a quien tumba por KO. Con las bolsas que obtuvo le compró un televisor a su madre, quien por entonces le había dado otros tres hermanitos.

Aspirante al campeonato cubano de peso gallo
Ya en la Habana vuelve a vencer a su viejo rival Bobby Luis y después se enfrenta a Enrique Gamury, paisano suyo de Baracoa. Todo el mundo le dijo a nuestro hombre que no pelease con él, pues tenía una pegada terrible. Incluso su manager, que siempre le había animado, lo dejó a su elección. Gamury era muy peligroso, pero si le ganaba podía ser nominado al campeonato cubano de peso gallo.

El combate tuvo lugar y en el cuarto asalto estuvo a punto de perder por un buen golpe de su adversario. Pero en el quinto round saca su calidad y acaba ganando a los puntos. Esa victoria hace que la comisión de boxeo de la Habana lo nombre aspirante al campeonato cubano de peso gallo que ostentaba Enrique Hitlmann.

A los pocos días se podía leer en los titulares “José Legrá aspirante al título nacional de los gallos” y “Legrá es una figura en ciernes de nuestro pugilismo. Estamos seguros que dará muchos días de gloria al boxeo cubano. Si algo le falta a Legrá es pegada, estamos seguros que adquirirá con el tiempo. Pero su rapidez de reflejos, su movilidad en el ring le hacen ser una de nuestras figuras más destacadas, nada más justo después de su clarísima victoria sobre Enrique Gamuri que este nombramiento oficial como aspirante al título de Hitlmann. Difícil pronóstico el nuestro para este combate, pero si Legrá consigue salir triunfante del mismo, no cabe duda que su cotización subiría y a no mucho tardar podría erigirse en campeón mundial.” Todo parecía irle bien, la suerte le sonreía hasta que...Fidel Castro prohíbe el deporte profesional. El púgil había estado preparándose mejor que nunca para disputar el título cubano de peso gallo. El combate se iba a celebrar el 30 de abril de 1962. Una mañana llega a casa al piso de Legrá su amigo Julián con el periódico donde la primera plana reza “Se suspende el deporte profesional en Cuba. El boxeador recordaría aquella época “Me imaginaba en noches de pesadilla limpiando zapatos, repartiendo leche, vendiendo maníes... malviviendo en una palabra.” La situación no parecía tener salida, las gentes del boxeo estaban desconcertadas, porque de la noche a la mañana se habían quedado sin su único medio de subsistencia. Además Legrá había mandado dinero a su familia para que se construyesen una casa, pues el ciclón Hilda arrasó en 1955 la que tenían. Llevaba mucho tiempo sin ganar un solo peso y tubo que vender algunas cosas de valor para pagar las deudas que había contraído, y ya no quedaban reservas. Luis Sarria estaba en el extranjero y Legrá pensaba en un contrato fuera de su país. Tres contratos en un solo día.

Los que le habían visto en el ring no se podían olvidar de el de Baracoa y en un día recibió tres contratos. El primero era de Kid Tunero desde España, el segundo desde México, y un tercero de Angelo Dundee desde Miami, a quien había recomendado su manager. “los de Miami y México eran muy ventajosos pero yo escogí el primero que me llegó y no podía faltar a mi palabra y me fui a España.”

Llegando a España
Nuestro protagonista aterriza en Madrid un 14 de septiembre de 1963. Le esperaba Kid Tunero. Su llegada al aeropuerto no sería como años después cuando ganara el campeonato del mundo o el de Europa, recibido en olor de multitudes. En su primera llegada era un desconocido. “Íbamos a comer a un restaurante económico que había cerca de nuestra pensión. El plato era único, casi todos los días legumbres para comer, legumbres para cenar, legumbres al día siguiente. No era una comida muy adecuada, pero por lo menos servían para alimentar y muy baratas, que era de lo que se trataba principalmente.”Legrá y Tunero estuvieron esperando ofertas, y la primera llegó por fin...

Debut en España
En su primer combate en nuestro país, se enfrenta contra el marroquí Lázaro Ben Layachi en Madrid. “Me dijeron que podría pelear en el antiguo Frontón Fiesta Alegre contra un rival llamado Lázaro Ben Layachi. Tenía noticias de que se sabía todos los trucos del oficio y era muy pegador, el combate no se presentaba muy ventajoso para mí. Pero hubo una cosa que acabó por decidirnos. No se podía elegir, cada día había que comer. Por otra parte había que darse a conocer en este país, en el que mi nombre no les decía todavía nada a los aficionados y a los promotores.” El cubano aceptó el combate en el viejo Frontón Fiesta Alegre derrotando a su rival por KO técnico en el sexto asalto, convirtiéndose en toda una revelación para los seguidores de este deporte en España que le vieron pelear esa noche. Unos días después vence por puntos a Baldomero Arroyo, y después en Barcelona gana a Luis Aisa y a Juan Aguilera, ambos a los puntos.



Entre 1964 y 1965 pelea en varias ciudades enfrentándose a los boxeadores más cotizados y derrotándolos. La televisión, que ya se empieza a ver en muchas ciudades en los años de desarrollo del franquismo, le convierte en un personaje público, como también pasó con los toreros Manuel Benítez “el Cordobés” y Sebastián Palomo “Linares”, o con otro boxeador de su tiempo, Pedro Carrasco. Los seguidores de Legrá iban con pancartas. En la España de entonces en el panorama del pugilismo todo el mundo habla de Pedro Carrasco, “el marino de los puños de oro” que, aunque era español, vino de Brasil, y de José Legrá, a quien llaman el “mini Cassius Clay”. Cuando lo describen hablan del “negrito de las piernas de alambre”. En 1966 se enfrenta al galés Howard Winstone, campeón de Europa de peso pluma. Legrá había pasado del gallo al pluma, y aunque es superior a Winstone pierde por puntos contra el galés. La prensa británica le apoda el estallido de Cuba. Al año siguiente Legrá derrota a los mejores en su peso: Mohammed Larroussi, Amour Lamine, Rafiu King, Love Allotey. Conseguida la nacionalidad española, ese mismo año sube al ring contra el belga Jean de Keer en una pelea eliminatoria para disputar el campeonato de Europa de peso pluma, el triunfador será nombrado aspirante al título europeo, y Legrá lo derrota en el primer asalto, ganando por abandono.

Como Howard Winstone, campeón de Europa de peso pluma acaba de ganar su título mundial, versión Consejo mundial de boxeo, quedaba vacante al otro coaspirante, el japonés Mitsunori Seki. Por KO en Londres y acababa de dejar vacante el título europeo y nombrar coaspirante al francés de origen argelino Yves Des Marets para el año 1967. El combate tendrá lugar en el Palacio de deportes de Madrid. El púgil gabacho era un peligroso adversario. Sólo había perdido con Howard Winstone en su asalto al campeonato de Europa de peso pluma, y en su país nadie le había conseguido arrebatar el campeonato nacional en su peso.

Campeón de Europa
El 22 de diciembre de ese mismo año, José Legrá gana el título europeo de peso pluma al derrotar por KO a Yves Des Marets en sólo tres asaltos. Fernando Vadillo, el mejor periodista que ha escrito de boxeo en España, redacta para su titular en el diario madrileño AS “Ha nacido un puncher”. Dejando claro que el cubano, dijeran lo que dijeran, sabía pegar. Del primer asalto diría “El francés intuía que iba a perder y se dispuso a vender cara la derrota”, sobre el segundo round “Legrá hasta se permitió la osadía de bajar la guardia y fintar a su enemigo. Y salió airoso, volvió a disparar por la izquierda, a doblar por la derecha y a tejer un arabesco de juego de piernas que para sí quisieran muchos campeones de campanillas.”



En el tercer asalto Legrá derrota por KO al púgil francoargelino, el árbitro suizo Neudholf decía “Out”, y proclamaba a Legrá nuevo campeón de Europa de peso pluma. El público subió al ring levantándolo en hombros, y Legrá, quien llevaba años diciendo que era el mejor en España, al igual que Alí aclamaba en los USA que él era el más grande, exclamó a los micrófonos “¿Quién dijo que soy un ignorante? ¡ A ver! ¿Quién dijo que soy un fanfarrón?” y terminó “Seré campeón del mundo”. “Cuando pasaba hambre de niño en Cuba y nadie me daba una peseta, me dije tengo que ser campeón del mundo, tengo que estar entre los diez mejores boxeadores del mundo”. En aquel año el boxeo español tenía también a Pedro Carrasco como campeón de Europa de peso ligero para derrotar en junio al danés Borge Krogh por KO técnico en el octavo asalto en el Palacio de los deportes de Madrid.

También dicho deporte se podía ver por televisión, se celebraban veladas, y el mismísimo presidente de la Federación española de boxeo, luego presidente de la Unión europea de boxeo, el doctor Vicente Gil, era el médico personal de Franco, y los triunfos de los boxeadores españoles en el extranjero, al igual que los de Manolo Santana en el tenis y Ángel Nieto en el motociclismo, y antes los del Real Madrid en el fútbol, hizo que el franquismo se subiese al autobús de los éxitos deportivos cuando a España no la dejaban entrar en el mercado común, al igual que a Portugal.

Unos meses después el cubano sigue ganando a boxeadores bien cotizados. Además de ser el campeón de Europa, es nombrado aspirante a disputarle el campeonato mundial de peso pluma, en la versión del Consejo mundial de boxeo W.B.C., a su viejo rival Howard Winstone, que hará su primera defensa del título contra el de Baracoa. Legrá, como campeón de Europa, es recibido por el dictador español en el Palacio del Prado. Junto a su preparador Kid Tunero, el anterior jefe del estado le dice al púgil con respecto a su pelea contra Winstone “Confío en que haga una buena labor y ponga a España en el lugar que se merece”, y el boxeador responde “Excelencia, ese título vendrá para acá”.

Un español campeón del mundo 33 años después
Desde 1935, cuando el valenciano Baltasar Berenguer “Sangchili” le arrebató el campeonato del mundo de peso gallo por puntos al caribeño Panamá Al Brown, no había vuelto a haber un boxeador español que fuese campeón mundial. Lo habían intentado Luis Romero en 1951 en el peso gallo contra el sudafricano Vic Toweel, Young Martín lo había pretendido en el peso mosca en 1957 contra el argentino Pascual Pérez, y en 1961 Juan Cárdenas en el peso gallo frente al galés Johnny Caldwall.

La pelea se celebraría en el país de Gales, en la ciudad costera de Porth Cawl, que estaba a medio camino de las principales ciudades galesas, Cardiff y Swansea. Y Legrá se concentra en Torrelodones, en las afueras de Madrid, haciendo guantes con sus amigos Miguel Velásquez, campeón de España de peso ligero, y Pedro Carrasco, campeón de Europa del mismo. Ambos le ayudaron mucho para enfrentarse con el durísimo Howard Winstone.

El de Baracoa ya se encargó de decir que “Él sería el nuevo campeón del mundo y que no era ningún fanfarrón”. La gente le contestaba “No sé como vas a volver a España si pierdes”.
El promotor de la pelea, el inglés Jack Solomon, afirma que las apuestas están a favor de Winstone nueve a uno. Pero la prensa deportiva británica está impresionada por la forma de boxear del aspirante, y escriben de él que es “Un verdadero Cassius Clay por su constante movilidad, una agresividad llena de peligros para su rival, una moral de hierro... hay en él madera de campeón”.

El combate se celebra en el Coney Arena Beach, con una capacidad de 11600 espectadores. Los seguidores del púgil galés cantan canciones del país, y frente a ellos las de los aficionados españoles de la peña Costa Brava de Charing Crossroad, y una peña canaria y otra aragonesa cantan el “La, la, la” de Massiel que unos meses antes había ganado el festival de Eurovisión en Londres.

Arbitraba el inglés Harry Gibbs, con fama de ser justo y neutral. Y aunque Legrá decía “Tengo que ganar, soy el mejor y lo voy a demostrar”, Kid Tunero desconfiaba de la presión del público local “Hay que ganar por KO, para que nadie pueda discutir la decisión”.
Tras sonar los himnos de España, Gales e Inglaterra, un himno por el aspirante Legrá, otro por el campeón Winstone, y un último por Gibbs, el árbitro, comienza la pelea.
En el primer minuto, el cubano lo coge a la contra y le lanza un bolopunch que suena como una verdadera coz. Continúa con un swing que lo hace sentarse en la lona, y el público galés se asusta pues su ídolo tiene el ojo hinchado. Los siguientes asaltos son un paseo para Legrá, que hace lo que quiere con Winstone, que tiene un ojo cerrado e intenta esquivar los puños del púgil negro, que se lanzan hacia ese ojo dañado, boxeando con su particular ritmo antillano, hasta que el árbitro decide parar la pelea en el 5º asalto, proclamando a Legrá vencedor y nuevo campeón del mundo de peso pluma.

33 años después el boxeo español tenía un nuevo campeón del mundo, los aficionados españoles saltaron al ring subiendo a hombros al vencedor, incluso le colocan una corona de cartón. Legrá se zafa del público y se arrodilla para dar gracias a Dios, dice a los periodistas “¡Soy el mejor del mundo! ¡Soy el mejor! Ya nadie puede dudarlo ¡Soy el campeón del mundo!”. A su lado Kid Tunero, su amigo el excampeón de Europa de peso superligero Juan Albornoz “Sombrita”, Vicente Gil, que sabe que su más famoso paciente habrá estado atento a la pequeña pantalla, y el embajador español en Londres, el marqués de Santa Cruz, el promotor Renzo Casadel. Desbordantes de alegría, Legrá y sus amigos lo celebran con buena comida y champagne. Dos días después llegan a Madrid, con toda la prensa esperándoles, al igual que muchos seguidores y amigos. El campeón al salir del avión lleva puesto un candado entre los dientes “diciendo que si afirmaba que era el mejor, es porque así lo era., y que si miles de veces había dicho que era el mejor del mundo tenía motivos de sobra para haberlo hecho”. Contesta a preguntas en el mejor estilo Muhammad Alí: “Creo que seré campeón del mundo por mucho tiempo. Cuando el Apolo llegue a la luna yo disputaré el título en la luna. No soy un Don Juan, pero es cierto que tengo éxito con las mujeres. Uno tiene muchas amistades y... chicas que me gustan más que otras. Es normal ¿no?. Tengo mucha suerte con muchas cosas. Me gusta mucho el baile y todo lo moderno, y cuando voy a bailar sólo pienso en divertirme, no me acuerdo del boxeo”. Legrá estaba cansadísimo y se refugió durante una semana en Torrelodones. Venían televisiones a entrevistarle de todas partes. También pudo hablar con su familia por teléfono: “Miguel, mi hermano, tú lo viste... ya soy campeón ¿Cómo estás?. Dile a Mamá Sole que no llore. Yo voy a ser fuerte”. Tras ganar el título hace dos peleas que le servirán de rodaje ante de la defensa del susodicho en Bilbao, contra el púgil de Ghana nacionalizado español Bobo Allotey, futuro campeón europeo de peso gallo, a quien gana por puntos. Después marcha a París y derrota al púgil francés también de origen argelino Felix Said Brami, noqueándolo en el primer asalto.

El rey Legrá pierde su cetro gracias a un árbitro cegato
El 21 de enero de 1969 José Legrá defiende su título en Londres frente al australiano Johnny Famechon, sobrino del púgil francés Ray Famechon, viejo conocido de la afición española pues perdió el título europeo de peso pluma contra el español Fred Galiana en 1955. El combate tiene lugar en el Royal Albert Hall, y toda España está pendiente del televisor para ver el acontecimiento. La popularidad del púgil de color es tan grande que hasta han sacado un juguete con su efigie, que golpea pulsando un botón. La pelea acaba perdiéndola Legrá por puntos después de haber mandado varias veces a la lona al aspirante, con el árbitro inglés George Smith haciéndose el despistado. El de Baracoa acaba enojadísimo de cómo le habían dado perdedor del título que tanto le había costado ganar. “Famechon no es un campeón, el día que alguien me gane de verdad seré lo suficiente hombre para admitirlo. Pero no con uno que sólo hace retroceder, agarrarse, que no quiere pelear. No es un campeón, no, ni esa es manera de ganar un título mundial. En esa forma de ganar ¡Para qué quiere el título Famechon! En el aeropuerto, por la calle, la gente me dice “Tú sigues siendo el mejor”. Lo primero que hice fue pensar en mamá y los millones de telegramas que he recibido de Europa y América. Pero no por ser el más guapo, ni por tener el dinero de Onassis, sino por ser el mejor. No sentía tanta rabia para darle una paliza al árbitro porque creo en Dios, y algo le pasaría al árbitro para hacer lo que hizo. Vayan a saber por qué sería... A lo mejor estaría de Dios que sucediera así, yo soy realista. No creo en los sueños. Las cosas son como son. Si me quitan el título qué le voy a hacer”. “Yo soy muy orgulloso y volveré a conquistar el título otra vez. El problema no es de durar mucho, sino llegar a conquistarlo legítimamente, como llegué yo”.

..............Continuará.

Eduardo Álvarez Cónsul

martes, 6 de febrero de 2007

LUKE CAGE,SUPERHEROE BLAXPLOITATION.


...Ponían todas las películas y cuando los empresarios no conseguían nada, iban a un arrendador, a buscar películas de kung-fu o blaxploitations como Coffy, Instituto Coolie... ¡Cuando realmente necesitaban dinero programaban juntas El furor del Dragón y Los cinco dedos mortales de Kung-Fu!. Yo me quedaba ahí colgado todo el día. Algunas semanas hacían el negocio sólo conmigo. Por lo demás es cierto que me encantan los comics. Mi héroe favorito era Luke Cage, héroe de alquiler, un super-héroe negro salido de los 70.” Quentin Tarantino


Uno de los hechos que han caracterizado a la Marvel ha sido, desde siempre, el recoger en sus páginas los acontecimientos, los problemas, las modas... de cada momento. Si repasamos los comics del Capitán América de finales de los 60 y primeros 70, vemos reflejado, directa o indirectamente, el caso Watergate, las revueltas estudiantiles, el orgullo negro, el barrio de Harlem convertido en un hervidero a punto de estallar... ahí es donde surge el Halcón, justiciero alado que acompañará al Capi y que velará por sus hermanos negros. Por la misma época llegan a USA las películas de Bruce Lee y similares, y estalla una fiebre inusitada que hace florecer escuelas de artes marciales por todo el país. La Marvel no pierde el tiempo, y se editan comics de Shang-Chi, maestro del kung-fu, los multirraciales Hijos del Tigre, y, el definitivo, Puño de Hierro. Igualmente, el fenómeno blaxploitation tuvo su respuesta en la compañía de Stan Lee. De todos los que surgieron quedó como más significativo Luke Cage, alias Powerman: el espíritu de la blaxploit quedaba encarnado (bueno, dibujado) en el superhombre negro más chulo y macarra. En 1972 aparece el super-héroe negro que tendría una colección más duradera, era Luke Cage o Powerman, héroe de alquiler. Cuyas historias durarían hasta 1986, o sea unos 14 años. Durante varios años, la Marvel Comics Group estuvo influida por las modas cinematográficas, de ahí que de cada género sacaran personajes. Del western saldrían Dos Pistolas Kid, Kid Colt, Rawhide Kid, El Jinete Fantasma, Ringo Kid... De la Segunda Guerra Mundial el Sargento Furia. El terror con La tumba de Drácula, Zombie, Vampire Tales... Las artes marciales con Sang Chi, Puño de Hierro y Los Hijos del Tigre. Aventuras en la selva a cargo de Kazar, Shanna la Diablesa y Lorna. Las películas de espías tendrían su traslación con el Coronel Furia. Y desde 1971 irrumpieron las blaxploitation, películas principalmente de acción dirigidas al público afroamericano que deseaban identificarse con sus héroes amorales y viriles: Shaft, Superfly, Slaughter, Tommy Gibbs, Truck Turner, Hitman.... y sus heroinas orgullosas y esculturales: Cleopatra Jones, Coffy, Foxy Brown, TNT Jackson, Velvet Smooth... y la Marvel no se iba a quedar cruzada de brazos ante semejante filón. Powerman era bien diferente a otros super-héroes hermanos de raza, ni estaba a la sombra del Capitán América como el Halcón, ni era un rey africano como Pantera Negra, tampoco un talento científico como Goliat Negro. Su origen es en la cárcel, donde fue a parar injustamente por posesión de drogas. Para conseguir una reducción de su condena se somete a un experimento científico que le acaba dejando la piel dura como el acero. Tras huir de la prisión y dado por muerto pasaría varios años de su colección con el peligro de ser descubierto por su pasado carcelario. Con un rostro que recuerda a las estrellas blaxploitation y antiguas figuras del fútbol americano Jim Brown, Fred Williamson, Bernie Casey.... y una arrogancia propia de boxeadores negros de aquel momento (Muhammad Alí y José Legrá) como del pasado (Jack Johnson), sólo había que ver lo que le soltaba a un super-villano de la talla del Dr. Muerte, amo y señor de Latveria y pesadilla de los 4 Fantásticos: “¿Dr. Qué?, vamos chicos, nadie va por ahí con un bote de lata en la cara y un nombre tan cómico”. En los primeros tiempos la serie era muy diferente a lo que vino después. Powerman vivía en un cine de la calle 42 donde sólo proyectaban viejos westerns y se enfrentaba a auténticos super-villanos de derribo, caso de Mr. Pez, Mariah Negra, Cucaracha Hamilton, Chemistro, Lionfang,... todos ellos además de ser de raza negra, eran auténticos perdedores y FREAKS con mayúsculas. Ya empezaban a aparecer algunos personajes fijos en la serie como D. W., sobrino del dueño del cine donde vive Luke, el doctor Noah Burnstein, que fue autor del experimento que le dejó la piel como el acero, y su novia de entonces, la doctora Claire Temple, ayudante del anterior; el periodista Phil Fox, que trabajaba en el periódico de Jonah Jameson, el Daily Bugle, y andaba tras Cage investigando su pasado, en una ocasión éste levantaba al periodista y lo amenazaba con arrojarlo por la ventana, “¿No has visto Shaft?” le decía; Pulga, confidente de nuestro héroe y una auténtica sanguijuela, y Toby, músico ciego que también pasaba información a Powerman. También por aquella época aparece como invitado en la colección de Spiderman, al ser contratado por el editor Jonah Jameson para que acabe con el trepa-muros a puñetazo limpio. Aunque finalmente hicieran las pases y Cage obligara a comerse sus billetes al mastica puros. Por entonces pasa una temporada sustituyendo a la Cosa en los 4 Fantásticos y forma parte de los Defensores, pero Powerman era un héroe solitario y volvió a actuar por su cuenta como héroe de alquiler, es decir un super-héroe que cobraba por sus servicios, algo que no era normal en el universo Marvel.

Las Hijas del Dragón
Si Powerman y Puño de Hierro eran la plasmación de las blaxploitations y las películas de artes marciales al comic, las Hijas del Dragón lo fueron en su versión femenina. Misty Knight era una expolicía negra que perdió un brazo a causa de una bomba puesta por unos terroristas y sustituía éste por uno biónico, llevaba un peinado afro que recordaba a la militante negra Angela Davis y a las protagonistas femeninas de la blaxploiatation, como éstas tenía un carácter duro y orgulloso. Su compañera, Coleen Wing, hija de padre americano y madre japonesa, era experta en artes marciales y llevaba una katana. Misty era la compañera sentimental de Puño de Hierro (la primera pareja interracial de la Marvel), y algunas veces aparecían junto a él y Powerman y otras en aventuras independientes. Recordamos una en la que se enfrentaban en Hong Kong a un zar de la droga que las hacía adictas a la heroína. Este villano ignoraba el brazo mecánico de nuestra heroína de color, donde le inyectaba la droga, pero su compañera lo pasaba realmente mal y le daba un toque verdaderamente fuerte a las historias de esta pareja de detectives. Fue publicada en España en los 70 por Vértice dentro de su colección Relatos Salvajes, e incluía algunos desnudos de la Wing. En el número dos de las Aventuras Bizarras que publicara Forum (Planeta de Agostini) en sus primeros años, dedicado a super-heroínas incluía una aventura de las Hijas del Dragón enfrentándose a una vampiresa, esta historia también rebozaba sensualidad. Lo más parecido a las Hijas del Dragón que hemos podido encontrar en el mundo del celuloide es el film Velvet Smooth (Michael Fink, 1976), editado en nuestro país en vídeo por Vigersa con el título de Suave Terciopelo, donde el grupo de chicas detectives en este caso eran tres: Velvet Smooth, Frankie y Ria , dos negras y una hispana, y era una de las chicas de color, Velvet (interpretada por Johnnie Hill), la que llevaba el mando y recordaba bastante a Misty Knight: agresiva, guapa y sensual, experta luchadora y de rudo talante. Velvet Smooth es quizá una de las blaxploitations de menos presupuesto y más macarras que hemos podido ver, y su metraje está repleto de coreografías de las protagonistas enfrentándose a los hombres del capo del ghetto. Los fans de las Hijas del Dragón tampoco pueden perderse Cleopatra Jones y el Casino de Oro (Charles Bait,1975), donde la intrépida agente de narcóticos encarnada por Tamara Dobson debe de viajar en esta segunda aventura a China para luchar contra la malvada Dama Dragón (Stella Stevens), y recibirá ayuda de una agente del país. En este caso no son detectives, sino que trabajan para distintos gobiernos, aunque el resultado es el mismo: blaxploitation, artes marciales, acción interracial y chicas guapas.
- Eduardo Álvarez Cónsul, Alfonso & Miguel Romero

La sociedad con Puño de Hierro En 1977 la vida de este super-héroe cambia cuando consigue que se demuestre su inocencia. No volverá a la cárcel, y es cuando se asocia con Puño de Hierro, el típico chico rubio americano pero criado en el Tíbet, una auténtica máquina de luchar y experto en kung-fu. Se asocian y tienen un abogado de prestigio. Es cuando Powerman es abandonado por Claire Temple (“Yo no soy Cleopatra Jones, ni siquiera Misty Knight” le argumentaba) y conoce a su nueva novia, la modelo de pocas luces Armony Young. También aparecen en la colección las Hijas del Dragón, agencia de detectives formada por dos mujeres, Misty Knight y Collen Wing, la primera una expolicía negra novia de Puño de Hierro y la segunda una chica mitad americana mitad japonesa. Powerman y Puño de Hierro forman un dúo que dará muchas alegrías a los lectores con sus historias de aventuras donde se mezclan enemigos del pasado con otros del presente, como Dientes de Sable, Halcón de Guerra, la Brigada de Demolición, el Monolito Viviente... A pesar de juntar a dos héroes que provenían de dos modas cinematográficas como la blaxploitation y el cine de artes marciales, cuando estos dos géneros dejaron de ser rentables, la serie continuó y superó dichas modas. A lo largo de la colección los dos héroes de alquiler lo mismo estaban en los peores tugurios de Nueva York que en el mismísmo Tíbet. La serie funcionó bien durante muchos años hasta que en 1986, cumpliéndose el 25 aniversario de la Marvel, el por entonces editor Jim Shooter, un experto en hacer que los dibujantes de la casa de las ideas se pasasen a la competencia (DC Comics), decidió cerrar la colección que acabaría con la muerte de un nuevo personaje, el Capitán Héroe, y las aventuras de nuestro dúo se cancelarían.

La Fuerza del Puño de Hierro
La irrupción en el circuito norteamericano de los filmes de Bruce Lee y similares a comienzos de los 70, provocó un arrasador éxito del kung-fu entre la población estadounidense. La Marvel creó ante tal vorágine por las artes marciales el personaje de Sang-Chi, maestro del kung-fu, en una serie de crudas aventuras que en nuestro país pudieron leerse en los Relatos Salvajes de Vértice. Eran momentos de tensión racial en los USA, y esto daría lugar a la aparición de los Hijos del Tigre, trío compuesto por un asiático, un negro y un blanco, la incorporación de una chica, asiática, provocaría la disolución del grupo, cuyos integrantes saldrían posteriormente con asiduidad en las páginas de Powerman y Puño de Hierro.
Pero la Marvel buscaba un héroe especialista en las artes marciales que fuera blanco, para que la mayoría de sus lectores se sintieran más identificados. Así nacería en 1974 el personaje de Puño de Hierro: Danny Rand, un chico de dinero neoyorkino que se criaría en el Tibet, aprendiendo a usar su cuerpo como un arma viviente, y cuya concentración hace que cree el “puño de hierro”, cuyo golpe es demoledor. La idea vino inspirada por el film Los cinco dedos del Kung-Fu (Cheng Chang Ho, 1972), interpretada por Lo Lieh y producida por los Shaw Bros. La Warner Brothers se encargó de su distribución en los USA dándole mucha promoción y consiguiendo el mayor éxito del género junto a los filmes de Bruce Lee. En 1977, dibujado por John Byrne y con guión de Chris Claremont (quienes nos brindaran algunas de las mejores historietas de la Patrulla X), la Marvel decide unir los caminos de Danny Rand y Luke Cage en Puño de Hierro, corazón de piedra, aventura en la que también intervienen las Hijas del Dragón y Bush Master. La aceptación por parte del público unió definitivamente las aventuras de tan diferentes héroes. Está en preparación la traslación al cine de Puño de Hierro, hasta el momento sólo sabemos que el encargado de interpretar a Danny Rand será Ray Park (La amenaza fantasma), un especialista en las artes marciales.
- Alfonso & Miguel Romero -

Volver a empezar
Los lectores seguían acordándose de los comics de Powerman, y a principios de los 90 se edita la nueva colección de Luke Cage, pero con un cambio de look: ya no lleva las botas amarillas de caña alta, sino unas de tipo militar, ni sus camisas amarillas (que siempre acababan destrozadas) ni su peinado afro, sustituido por uno que recuerda al del boxeador Mike Tyson. También desaparece la cadena que llevaba de cinturón. La nueva colección tiene lugar en 1992, dos décadas después de su primera aparición, y ya no vive en la ciudad de los rascacielos sino en Chicago, la ciudad de los vientos. Pero ésta acabó disolviéndose por sus bajas ventas. Sería en el número 3 de una colección limitada de Spiderman donde Luke Cage vuelve a Nueva York y es contratado por el Daily Bugle para combatir con el Escorpión, que ha secuestrado a su director Jonah Jameson. En una rueda de prensa Powerman vuelve a recordar a Muhammad Alí y a José Legrá, y se encuentra de nuevo con su viejo amigo Puño de Hierro, revivido en un número de la colección de Namor. También aparece una irreconocible Misty Knight, Collen Wing y D.W., que ha heredado el cine de su tío tras la muerte de éste. Al final se unen a Spiderman y tras acabar con el Escorpión y rescatar al malhumorado editor del Bugle, vuelven cada uno por su lado hasta que...
Un super-grupo llamado Héroes de Alquiler A finales de la década de los 90, Puño de Hierro con la ayuda de la Antorcha Humana original decide crear un super-grupo llamado Héroes de Alquiler, y le propone a Powerman que se les una. Al principio rehúsa pero finalmente volverá junto a su viejo compañero y otros super-héroes como Hulka, Caballero Negro, una nueva versión en chica del Tigre Blanco, y distintos super-héroes que van entrando y saliendo de la serie. En uno de los últimos números Powerman le cuenta a Hulka sus orígenes y que su nombre real no es Luke Cage, sino Carl Lucas, la verdad es que en esta serie éste no tenía tanto protagonismo como Puño de Hierro. Estos nuevos héroes de alquiler recordaban más a los Defensores que a las viejas historias del dúo Powerman-Puño de Hierro, y nuestro protagonista se cambiaba de indumentaria constantemente, hasta volvería a llevar su inseparable cadena a la cintura. Esta nueva serie sólo llegó al número 19.

Marvel Knights
En estos comics Luke recupera su uniforme original, incluida sus botas amarillas de pirata, y es contratado por el Caballero Luna para formar parte con otros super-héroes solitarios como la Viuda Negra, Sang-Chi y Daredevil, que nunca vio con buenos ojos la incorporación de nuestro protagonista en el grupo porque alquilaba sus servicios. Con quien Powerman haría buenas migas sería con el maestro del kung-fu, quizá porque tenían como amigo común a Puño de hierro.Epílogo De momento es, que yo sepa, lo que se ha publicado de Luke Cage en España, un super-héroe distinto entre otras cosas porque salió de la blaxploitation. Paradójicamente aunque surgió de un género cinematográfico nuestro protagonista nunca ha sido llevado al cine, pero vista la poca fidelidad a la obra original de los héroes Marvel; que Jim Brown, Fred Williamson y Bernie Casey están ya mayores, y que en Hollywood puedan elegir a cualquier mequetrefe... mejor así!!!.
- Eduardo Álvarez Cónsul -

¿Jim Brown en el origen de Powerman?
Es obvio que la fisonomía de Powerman es muy parecida a la de los actores de color de su época Bernie Casey y, sobre todo, Jim Brown. Además este último y el personaje de comics guardan más paralelismos. Jim Brown, nacido en 1935, llegaría a lo más alto del fútbol americano con los Cleveland Browns. Al igual que hiciera antes Woody Strode, y paralelamente a él Fred Williamson, Brown deja el deporte y encamina sus pasos al cine, debutando en 1964 como uno de los protagonistas del estupendo western político Río Conchos de Gordon Douglas. Tras ésta formaría parte de Los Doce del patíbulo de Robert Aldrich en 1967. Al año siguiente acompaña a Rock Hudson y Ernest Borgnine en Estación Polar Cebra de John Sturges, y empieza a tener papeles principales en cintas como El reparto (Gordon Flemyng, 1968), Los 100 rifles (Tom Grier, 1969) o Tick...tick...tick (Ralph Nelson,1969). En 1969, producida por William Castle para la Paramount y con realización de Buzz Kulik, Jim encabeza Motín junto a Gene Hackman (con quien había coincido el año antes en El reparto), la primera de sus películas sobre fugas carcelarias. Motín, con algunos momentos que se anticipan a la blaxploitation, cuenta la historia de un falso amotinamiento como cortina para tapar una escapada de la que sólo Brown saldrá victorioso. Al año siguiente también tendrá que huir de prisión al comienzo de El Cóndor, western producido por André de Toth, dirigido por John Gillermin y con guión de un Larry Cohen que acababa de ver Django (Sergio Corbucci, 1966). Con la llegada de las black action movies, nuestro protagonista se convierte pronto en uno de los más importantes actores del género, protagonizando Pólvora negra (Robert Hartford-Davis, 1972) o Operación Masacre (Jack Starrett, 1972), en la que encarna por primera vez al vigilante Slaughter, papel que repetiría al año siguiente en Masacre, de Gordon Douglas. En 1973 intervendría en dos filmes con cárceles y fugas, Yo escapé de la Isla del Diablo, de W. Witney, y The slams, de Jonathan Kaplan. En la primera, Brown lidera un pequeño grupo de convictos que tratan de huir de la isla prisión situada en la Guyana Francesa desde mediados del siglo XIX a mediados del XX, hoy paraíso para ricos. Al final sólo Jim conseguía salirse con la suya mientras sus compañeros perecían en el intento. Si ésta es una cinta de aventuras, más en el terreno de la acción pura está The slams, editada en video en nuestro país con el mismo título, y emitida por Antena 3 y TCM en horario de madrugada a veces con el título de A golpes. Producida por Gene Corman para la MGM/UA y realizada por un joven Jonathan Kaplan, Jim Brown es aquí Curtis Hook, que junto a dos socios roban un millón de dólares y acaban a tiros, saliendo Hook herido y como único superviviente. Dará con sus huesos tras los barrotes, no sin antes haber escondido el dinero que todos ansían. En el reparto: Judy Pace (asidua de las blaxploitation, El patrullero Lattimer, Hombres duros, Aliento frío...), Paul E. Harris, Ted Cassidy (el mayordomo de La familia Adams televisiva original) y con Dick Miller en un cameo. The slams guarda no pocos puntos en común con el origen de Powerman, publicado un año antes, por lo que si Jim Brown sirvió para definir el personaje de Luke Cage (tanto físicamente como en sus aventuras de fugas carcelarias), el filme de Kaplan parece haberse basado en el comic de Powerman. Sean éstas simples conjeturas o no, todo es un círculo, y vuelta al origen, en los 80 la Marvel volvía a fijarse en The slams en un guión para El Castigador, “Círculo de sangre”, publicado en España por Forum en su colección Marvel Héroes. Sobre Jim Brown, en la década de los 80 permanecería menos activo, volviendo en los 90 en un montón de títulos, muchos a modo de homenaje: Fred Williamson recuperaba a las viejas glorias de los 70 en Hot city (Larry Cohen, 1995), Tim Burton requiere su presencia y la de Pam Grier en Mars Attacks! (1996), Spike Lee cuenta con él para He got game (1998) y Oliver Stone lo colocaba no por casualidad como entrenador de fútbol americano en Un domingo cualquiera (1999). Además del documental Jim Brown, all American man dirigido por Spike Lee recientemente. Respecto a una traslación al cine de las aventuras de Powerman, la idea viene rondando por los estudios desde 1993, y todavía guarda espera. La cuestión sería ya no quién lo interpretaría, sino en que época del personaje ambientarían la historia. Para el público actual no es muy comercial situar un film de acción en los 70. Como hicieron con Blade (Stephen Norrington, 1998) donde Hollywood se acogió al modificado personaje recuperado en los 90 y no al original de dos décadas antes, mucho más chulo y deslenguado, que lucía pelo afro y un look entre los black panthers y el Shaft de Richard Roundtree.
- Alfonso & Miguel Romero -

Superhéroes Negros
Aunque cueste creerlo, el primer héroe negro era una deplorable y estereotipada caricatura que atendía al nombre de White Wash, e hizo su aparición en 1941, cuando la primitiva Marvel (por entonces llamada Timely) había creado los Young Allies Comics, donde los super-héroes Bucky y Toro tomaban parte en la 2º Guerra Mundial acompañados de varios chicos. En 1963, en la colección Sargento Furia aparecía, entre el variopinto grupo de comandos que acompañaban a Nick, un soldado de color llamado Gabe Jones, que antes de alistarse en el ejército había sido trompetista de jazz. Gabe volvería a aparecer, como agente de Shield, en la colección en la que su amigo Furia ascendía a coronel.
Tendría que ser en 1966 en las páginas de los 4 Fantásticos donde nos encontraríamos con el que se puede considerar el primer super-héroe negro. Era Pantera Negra, de nombre real T’Challa, príncipe del imaginario país africano Wakanda. Más tarde Pantera Negra ingresaría en la nómina de los Vengadores, y además de formar parte del super-grupo más poderoso del universo Marvel, conseguía trabajo de profesor en un instituto de Harlem como un ciudadano afroamericano más, preocupado por la situación de su gente en plena reivindicación de los derechos civiles, movimiento liderado por el Dr. Martin Luther King. Más adelante este héroe se enfrentaría al tristemente célebre Ku Klux Klan. Ya en los 80 tendría que vérselas con unos villanos blancos procedentes de un país imaginario que recordaba inequívocamente a Sudáfrica. Dos años después de la primera aparición del anterior, surgía en la colección del Capitán América otro de los más recordados héroes de color, el Halcón, y no sólo aparecía como compañero de aventuras del vengador estrellado, sino que llegaría a compartir título, siendo la colección llamada “Capitán América y el Halcón”. Éste tenía su identidad secreta como trabajador social en el neoyorkino barrio de Harlem. En varios números de dicha colección fuimos conociendo personajes como su novia Leila Tyler, una mujer militante, o Rafe Michel, un granuja rival del Halcón por el amor de su chica y que dirigía una pandilla callejera llamada los Cráneos Plateados. Este problemático barrio negro estaba dominado por el gangster de color Morgan, una versión afro de Kingpin.
En la década de los 70, algunos super-héroes negros consiguen incluso colección propia, es el caso del antes mencionado Pantera Negra, primero en la colección Jungle Action. Muchas historias fueron dibujadas por un joven afroamericano llamado Billy Graham, que le daba otra dimensión al personaje. Goliat Negro sería otro super-hombre que surgió en esta década, una respuesta de color al vengador Goliat, cuya colección sólo duraría 5 números, y que pasaría años después a ingresar en las filas de los efímeros Campeones. Y en la colección Vampire Tales aparece Blade, el cazador de vampiros, que armado con estacas se dedica a apuntillar chupa-sangres por las calles de Londres y que acabaría aliándose con otros enemigos del mismísimo Conde Drácula. Llevado al cine en los años 90, Blade se convertiría en el primer éxito cinematográfico de la Marvel después de varios fracasos de otros personajes de la casa de las ideas. Aunque la gente de Hollywood se tomaron algunas licencias, como poner a Blade de medio vampiro cuando eso en el cómic era totalmente falso. En la colección de La tumba de Drácula, el legendario conde transilvano mordía a Blade para volverlo vampiro sin conseguirlo, pues era inmune a sus mordeduras al haber sido dado a luz por una madre “infectada”. En 1972 tendría lugar el super-héroe negro que durante más tiempo ha disfrutado de colección propia, nos referimos a Powerman, al que en estas mismas páginas ya le hemos dedicado un artículo. El más particular de los héroes de color de la Marvel fue el Hermano Vudú, que había nacido en Puerto Príncipe (Haití, cuna del vudú), residía en la enigmática y mágica Nueva Orleáns y se comunicaba con sus hermanos del más allá, como su nombre indica era un experto en magia negra. En sus cómics de los años 70, el Hermano Vudú ayudaba a los chicos del ghetto negro y vestía túnicas africanas, recordando a los films blaxploitations de la década. Entre los super-villanos de raza negra cabe destacar al gigantesco Bola de Trueno, que formaba la Brigada de Demolición junto a otros maleantes blancos: Bulldozer, Martinete y Destructor. Todos ellos colosales que se enfrentaron a Thor, Puño de Hierro y tomaran parte en las Guerras Secretas, aunque por desgracia en esta desaprovechada serie la banda liderada por el Destructor perdiera todo su potencial. Otro villano de la misma etnia fue el Cóndor, enemigo del entonces adolescente Nova. Para terminar dos super-villanos que se pasarían al lado de los buenos gracias a la intervención de Spiderman y que acabaron como compañeros formando parte del Grupo Salvaje de la Marta Plateada: estos eran el Merodeador y el Corredor Cohete.
- Eduardo Álvarez Cónsul -

martes, 23 de enero de 2007

BURNING Demasiado demasiado pronto


BURNING: DEMASIADO DEMASIADO PRONTO

UN POCO DE HISTORIA

Lo del titulo “demasiado demasiado pronto”parafraseando a el segundo LP de los New York Dolls pues los de La Elipa se adelantaron a su tiempo como las Muñecas de Nueva York y al igual que ellos y los Mott The Hoople en el Reino Unido y los BRAKAMAN en Donosti fueron el eslabón perdido entre el Punk y el Glam aunque en el libro que escribió el malogrado Eduardo Haro Ibars en 1975 titulado GAY ROCK cuando llegaba a el apartado de España no mencionaba ni a Burning ni a Brakaman en unos tiempos en los que era dificilísimo grabar un disco y los músicos de rock estaban vistos como unos “Pseudo delincuentes”a los que los ejecutivos discográficos temían recibir en su despacho no sea que les ensuciasen su recién estrenada moqueta y en cuanto al panorama musical de rock en particular estaba en el subdesarrollo y en España existía la Ley de peligrosidad social.

LOS INICIOS

A comienzos de los años 70 existe en Madrid el llamado el llamado “Rock Bronca” o “Rock Mesetario”que era muy distinto a el que se hacia en la periferia como en Andalucía, con el rock andaluz que no era otra cosa que rock sinfónico con aires de grandeza y en Cataluña, con el rock catalá que mezclaba el rock con aires mediterráneos y mucho virtuosismo de cara a la galería mientras que en la capital afortunadamente no se les ocurrió mezclar el rock con el Chotis como hacían en las regiones antes mencionadas con el flamenco y la sardana
Madrid tenia algo que recordaba a Detroit en Estados Unidos con unos grupos provenientes de barrios obreros que hacían rock en estado puro y sin adulterar y de allí es de donde sale la esencia de Burning entre grupos como los primeros COZ , VOLUMEN ,INDIANA , MOON ,LIZARD … bandas provenientes de Vallecas ,Carabanchel, o La Elipa precisamente es de este barrio de donde salen unos primitivos Burning...
BORN TO BE BAD

En un principio había un grupo en el barrio de La Elipa cuyo nombre en ingles era “The Divine Pictures” algo así como “Los Cuadros Divinos “ de aquellos tiempos contaría el llorado Pepe “Risi” a Oriol Llopis en el nº 40 de la revista STAR :
“ A principios de los Setenta éramos un trío formado por Ernesto que luego se fue a la batería y Enrique y yo tocábamos la guitarra y cantábamos , no lo hacíamos muy bien pero vaya nos divertíamos, nos habíamos puesto los Cuadros Divinos pero en ingles, cantábamos en ingles pero ninguno sabía ingles y cogíamos palabras sueltas las primeras que se nos ocurrían o que conocíamos y las íbamos soltando una detrás de otra ,aquello parecía una mezcla de ingles y ruso , realmente era demasiado como nos lo montábamos”, con el nombre The Divine Pictures dan una única actuación en el
programa de Encarna Sánchez “Esto es España, señores”.
Luego entraría en el grupo Antonio “Toño” que conocía a Pepe “Risi” de ser del mismo barrio y de cómo entraría en el grupo contaba Pepe en el mismo STAR nº 40:
“Un día nos encontramos en un mesón empezamos a beber y a hablar recuerdo que bajamos al sótano y empezamos a soltar barricas de vino y a tirar las mesas que había amontonadas dejamos todo hecho polvo, y de repente le dije que si quería entrar en el grupo y dijo que sí, pero lo mas bueno de todo es que Antonio era futbolista ¡ si si futbolista ¡ paso de todo y dejo el fútbol y se compro un bajo Framus “
Al principio Antonio era el bajista pero como si sabia cantar le hicieron cantar el “Wight is wight” convirtiéndose en el vocalista de la banda y pasándole el bajo a
Enrique cuyo nombre de guerra era Quique “Lastrung” y a continuación alquilan un cuartucho para ensayar de donde les expulsa el dueño.
Y pasan a ensayar a los locales de PAPI en la carretera de Barajas , ya por entonces tenían su tema “I´m Burning” de donde pondrían nombre al grupo, su repertorio era canciones eran suyas de los Rolling Stones y el “Johnny B. good “ de Chuck Berry
Es por entonces cuando entra en el grupo Johnny el teclista que ensayaba con su grupo ZOVAX en el local de enfrente al suyo y al que convencen para que se vaya con ellos,
En ese tiempo eran un grupo de GLAM ROCK como lo eran Inglaterra gente como
SWEET, SLADE , GARY GLITTER y la norteamericana SUZY QUATRO aunque
Ellos estaban mas cerca de otros grupos de Glam como eran los FACES de ROD STEWARD y RON WOOD ,de LOU REED ,de los NEW YORK DOLLS y
MOTT THE HOOPLE además de veteranas bandas de Rythman and Blues como
Los PREETY THINGS , los ANIMALS y por supuesto los ROLLING STONES,
Y de dos precursores del rock´n roll como BO DIDLEY y como dirían ellos:
“del hijo puta de CHUCK BERRY”, en las viejas fotos de Burning se les puede ver con
botas de plataforma plateada parecida a las de Gary Glitter o los Kiss de esas que al ponérselas dan vértigo hasta el alpinista mas experimentado y también pantalones pata de elefante y pelucas rubias como anécdota de aquella época recordaría Johnny en una entrevista que le hizo el cineasta Oscar Aibar publicado en el fanzine MONDO BRUTO : “Si todavía con el caudillo en el poder era un bolo en un pueblo que se llamaba Valencia de San Juan o algo así era una época en que no había nada de nada ,ni llevamos pipas, ni técnicos llegaba, tocabas, desmontabas y te pirabas (y follabas si podías ,en la furgoneta, porque no había para hoteles),recuerdo que eran la cuatro de la mañana ,invierno duro y en la discoteca solo quedaban el dueño y una pareja de guardias civiles ,pero de aquellos antiguos que tenían el pedazo de capa y el tricornio sobre el mostrador porque se estaban tomando unos Whiskys .
Nos acercamos y les decimos “Bueno que ya hemos cargado y que queríamos cobrar si son tan amable”.
El dueño se vuelve al picoleto y le suelta” que el chaval quiere cobrar, habrá que pagarles” respondió el agente "No se, es que mira qué pelitos llevan. A mí me parecen un poco maricones” la cosa se fue liando Antonio el cantante se encaro con el picoleto ,todo acabo con el tipo desenfundando la pistola y se la puso en la cabeza diciéndole “cállate y lárgate que aquí mismo te mato hijo de puta” finalmente no cobramos ,aquellos eran tiempos muy duros para el rock and roll” o como recordarían Pepe “Risi” y Antonio a Oriol Llopis en un viejo numero del Star de 1978 “Recuerdo que el primer concierto lo dimos en una discoteca llamada “Red Gold” ,era una discoteca superviolenta, más de una vez desde el escenario he visto apuñalar un tipo”.
En aquellos años 70 como ya conté al principio Madrid era distinto a lo que era Cataluña con su “rock catalá” y el sur de España con su “Rock Andaluz”, donde la música se respiraba de otra manera con menos aires pretenciosos y pseudosinfónicos como una descarga a la manera de de dos ciudades como Detroit o Nueva York salvando las distancias por supuesto, la llamada de alguna manera catedral del rock bronca madrileño
Era la legendaria sala de conciertos M&M donde los Burning dieron actuaciones legendarias, es por 1974 o1975 cuando graban su primer single en inglés, pues por entonces era lo normal en este país, con la discográfica MOVIEPLAY ,por aquellos tiempos las discográficas creaban sus subsellosdiscográficos pare no ensuciar su buen nombre ,prueba de lo mal visto que estaba el rock en nuestra piel de toro, por ejemplo
La Belter tenia Ocre,Zafiro tenia Discochapa y Movieplay tenia Gong, los de La Elipa
Entran por primera vez en un estudio de grabación para meter las canciones “I´M BURNING” y el “JOHNNY B. GOOD “de Chuck Berry ,canción que nunca han dejado de tocar en directo, de esa época recordaría el teclista Johnny :”Al entrar por primera vez en un estudio de grabaciones impresiono lo grande que era además había un órgano Hammond B3 de la hostia, alucinamos con la mesa de sonido que tenían.
Solo la habíamos visto en las películas, por aquella época escuchábamos a todas horas discos de los Rolling Stones e incluso llegamos a montar una versión del”Paranoid “ de los Black Sabath.
También un poquito de mariconadas: Sweet, Slade y Gary Glitter.
Era una época muy glam y el glam era parte de nuestra movida, ya que salíamos muy pintados al escenario.
Recuerdo que una vez íbamos a actuar en M&M; el sitio estaba lleno y nos habían puesto el equipo en el lateral para hacer nuestra escenificación del “Sympathy for the devil”,pero aquel día no llegamos a tocar porque apareció la pasma y suspendió el concierto. Entonces entraron en nuestro camerino y nos dijeron: “Bueno aparte de mariconas que cojones tocáis. No se puede actuar y nos tuvimos que pirar.
La presentación de su primer single la hacen en una especie de Eurovisión rockerizada que hacían varias emisoras de radio de distintos países ,en España la organizaba Radio Nacional RNE y el nombre de dicho concurso era “European Pop Jury”,junto a bandas ya consagradas como Sweet,Slade,Gary Glitter y los T. Rex de Marc Bolan que eran con los que tenían que competir los de la Elipa sin ninguna opción de triunfo ,ganando además el concurso y borrando de un plumazo a los demás grupos, de aquel concurso en el año 2004 se saco un doble single que vendía por correo el sello discográfico creado por la revista Ruta 66 ,con unas fotos que además de ser horribles son de años posteriores y donde se puede oír a unos Burning versionando el “Honk Tonk Woman” y “Sympathy for the Devil” de los Rolling Stones y la canción que mejor suena en dicha grabación el “Paranoid” de los Black Sabath,donde se vuelve a ver el paralelismo con los New York Dolls que al igual que ellos sonaban como un grupo de glam con sonido de garaje o como diría Jaime Gonzalo de los Dolls :”lentejuelas de garaje”.
También hay una especie de prologo de Oriol Llopis en la carpeta del doble single donde dice: “Empiezan calentando con el “Honky Tonk Woman” basta fijarse como Johnny y Pepe “Risi” jalean a Toño para comprender instantáneamente que para ellos era una cruzada de fe: prácticamente empalman con"Sympathy for the Devil”,y entonces lo ves clarísimo .Porque con unos mimbres afanados en “Stonelandia” y esa pillería de los nacidos en la Elipa Burning estaban liando algo con carácter propio.
Y Bill Wyman hubiese llorado descubriendo que un bajo puede sonar axial.
“I´m Burning “es la siguiente composición ,la primera que firmaban y de la que se hacían responsables al 100%.Propulsado con gasofa de octanaje Glam y dotado de boggie-tracción a las cuatro ruedas,”I’m Burning”despegaba con riffarama introductoria por el que las guitarras del Alice Cooper Group original se habrían amputado un par de dedos, era tecnicolor bruto en una España que no era mas que una piedrecitagris ,era vicio y purpurina ahí donde la pasma aparte de vestir también de gris, te podía buscar una ruina no por liarte un canuto en la calle, si no simplemente por darle un beso a tu periquita en un portal.
Y todo eso estaba ahí, en la música a pesar de que en el críptico ingles del cantante no te permitiera atrapar ningún mensaje oculto. Pero comprendías que ahí había vida. Una vida que ha perdurado, encerrada en este artefacto .....”.
Este mismo año participan en el festival de Burgos uno de los macroconciertos que se empezaron a organizar en España por Jose Luis Fernández de Córdoba manager de los sevillanos Storm, que en aquellos años fueron nuestros Deep Purple .
El festival se celebro en la plaza de toros de Burgos y la duración del festival era un verdadero maratón de 15 horas ,los jóvenes que asistieron a aquel festival era un tardío reflejo de la contracultura llegada de California con su aspecto hippie, el diario Burgos que era un periódico del movimiento, no se si mucha gente mas joven que durante el franquismo todas las capitales de provincia tenían un periódico financiado por el Movimiento que es como se llamaba a la Falange único partido político existente durante el anterior régimen, escribió un articulo en primera plana en el que denunciaban la suciedad de los visitantes llegados a la ciudad de la mítica catedral y donde naciera el Cid campeador……………Continuará:

jueves, 18 de enero de 2007

LA INCIERTA Y MISTERIOSA VIDA DE


“Hey Sonny, where’d you go?” se preguntaban los Royal Crown Revue en su tema “Hey Sonny”, perteneciente al álbum Walk on fire. Y es que estos exponentes del neo-swing, y amantes de la cultura yanki de los años 40 en general y del boxeo en particular, no podían evitar dedicar una canción al “gran oso feo”, toda una leyenda de este deporte, cuya muerte nunca estuvo clara. Sobre Sonny Liston, quien por cierto, tuvo de sparring a Dorsey Burnette a finales de los 50, nos habla largo y tendido nuestro colaborador Eduardo Álvarez Consul.






Aún siguen siendo un misterio muchas cosas en la vida de un boxeador tan polémico, al que se le negó el pan y la sal en su momento por su pasado criminal y su contacto con el mundo del hampa, a lo que podemos añadir su muerte en extrañas circunstancias. Charles “Sonny” Liston nació en 1932 (algunos lo fechan antes) en el seno de una familia que, contándolo a él, sumaban un total de 25 hermanos. Su padre, Tobe Liston, era recolector de algodón en el estado de Arkansas, y Sonny contaba sólo ocho años cuando Tobe lo puso a recoger algodón, en lugar de mandarlo a la escuela debido a la pobreza en que se encontraba la familia Liston. La norma de su padre era “si ya tienes edad para sentarte en la mesa también la tienes para coger un azadón”. Cuando sus padres se separaron, él se fue a vivir a Missouri con su madre y sus hermanos. Al principio curraba en un empleo honrado, pero con un sueldo miserable. También iba al colegio, donde tiene que aguantar las burlas de sus compañeros por ser analfabeto y su gran estatura. A los 16 años se junta con los peores chicos del barrio y se dedican a asaltar tiendas y restaurantes. De aquella época recordaría: “Lo único que veía era un plato lleno de comida”. En la lista de buscados de la policía era conocido como “negro número uno”, estaba acusado de asaltos a mano armada y robos con violencia. En 1950 ingresa en la penitenciaría del estado de Missouri, allí dentro conocería al sacerdote católico de la prisión, el padre Alois Stevenson, el director de deportes de dicho penal, que lo llevó al gimnasio y guió sus primeros pasos en el pugilismo. De él dijo Liston: “Fue el primer hombre que habló conmigo en lugar de darme órdenes”. El padre Stevenson le puso en contacto con dos hombres del mundo del boxeo que le buscaron hacer una sesión de sparring en la cárcel con un peso pesado local de cierto prestigio, Thurman Wilson. En aquellos momentos, Liston no era más que un aficionado, pero en cuatro asaltos ganó por abandono, pues Thurman se negó a continuar peleando. En el 52, consigue la condicional y comienza su andadura en el boxeo amateur, ganando el campeonato del guante de oro, el título más importante en el boxeo amateur americano, y de donde salen los futuros campeones mundiales. El 2 de septiembre de 1953 debuta como profesional, y en el pesaje anterior al combate, su rival, un púgil veterano llamado Don Smith, le puso de apodo”Sonny” (hijito) al ser un púgil inexperto que debutaba en el boxeo de pago. Al promotor de la velada le gustó el apodo y así lo presentó. Por cierto, Smith sólo le duró a Liston 33 segundos. Es por esa época cuando Sonny Liston tiene sus primeros contactos con el mundo de los bajos fondos, que en aquellos tiempos era de lo más normal. Su antiguo manager, Monroe Harrison, vendió su contrato a Frank Michell, pues además de estar arruinado tenía a su esposa enferma. Michell era la tapadera de John Vitale, el mayor gángster de la ciudad de Saint Louis, donde se había afincado Sonny. Nuestro protagonista no tardaría en conocer a su jefe, John Vitale, que le dio trabajo como descargador de ladrillos. Pero en verdad lo que hacía era poner a raya a los obreros negros que daban problemas. A la vez que se ganaba la vida de manera tan sospechosa, Liston encadenaba sus victorias en el ring. Sólo se le resistió Marty Marchall, que lo derrotó a los puntos. Liston se disculpó que Marchall le había pillado con la boca abierta, “Me estaba riendo”, dijo en las dos siguientes revanchas con el único boxeador que le había derrotado. Lo venció primero por K.O. y luego en el desempate a los puntos. La carrera boxística de Sonny Liston iba bastante bien hasta que volvió a tener problemas con la ley, cuando en mayo de 1956 tiene una bulla con un patrullero de policía y vuelve a estar entre rejas. Al salir de prisión, vuelve a instalarse en Filadelfia junto a su mujer Geraldine. Allí conseguiría la protección de dos capos de la mafia, Frankie Carbo y “Blinky” Palermo, que mandaban en dicha ciudad. En aquellos tiempos la mafia actuaba en el boxeo como una auténtica ave de rapiña. Sólo hay que ver como estaba el contrato de Charles “Sonny” Liston: el 52% era para Frankie Carbo, el 12% para John Vitale, y el 24% para él y su manager Pep Varone. Liston fue el último campeón mundial que caería en las garras de la mafia. Fue el siguiente gran campeón, Muhammad Alí, quien rompió esas ataduras al estar protegido por la secta de la Nación del Islam. Por entonces vuelve a boxear, y en un combate televisado en directo derrota al cubano Julio Mederos por K.O. en el tercer asalto. Es cuando el gran público estadounidense descubre a Sonny. No le cuesta trabajo despacharse a otros boxeadores como Wayne Vetea (al que le partió 7 dientes en los 69 segundos que duró el combate), Frankie Daniels (K.O. en el primer asalto), y Bert Whitehurst, que boxeaba para pagarse los estudios de medicina, y aunque Liston sólo consiguió ganarle a los puntos en las dos ocasiones que pelearon, en el segundo encuentro le salvó la campana. El año 1959 fue decisivo en la carrera del gran oso feo. Aunque peleó en cuatro ocasiones, todas fueron con púgiles importantes. Derrota primero a Mike De John en seis asaltos; luego a dos boxeadores negros a los que el campeó mundial rehuía darles una oportunidad, primero a Cleveland “Big Cat” Williams, considerado el mejor pegador de la categoría al que derrotó por K.O. técnico en el tercer asalto; y el cubano Nino Valdez, también derrotado en el tercer asalto. El cuarto sería el alemán Willi Besmanoff, que llearía a los siete asaltos. Al año siguió estando tan inspirado, volvió a derrotar a boxeadores de la elite de los grandes pesos, como Howard King, y volvió a vencer en la revancha a Cleveland “Big Cat” Williams. Igualmente derrota a Roy Harris, blanco tejano que había disputado el título mundial con el campeón de por entonces Floyd Patterson. Después acaba con otros dos excelentes púgiles negros a los que Patterson evitaba darles la oportunidad de disputar la corona. Pese a las críticas, Liston decidió usarlos como rampa de lanzamiento para catapultar su carrera y poder disputar el título mundial. Al primero, Zora Folley, lo derrotó por K.O. técnico en el tercer asalto, y al segundo, Eddie Machen, lo venció a los puntos. Tras estas dos sobresalientes victorias, Charles Sonny era el indiscutible aspirante a la corona de los pesos pesados, pero el campeón no le daba su oportunidad, y su manager Cus D’Amato, futuro entrenador de José Torres y Mike Tyson, se dedicaba a proclamar su pasado criminal a todo el que le escuchara, claro que la prensa deportiva y los aficionados no pensaban lo mismo. Por entonces Liston compró el contrato a su manager, Pep Varone, y tras tener un manager que no le duró nada, se puso en manos de Jack Nylon, un millonario sin ninguna relación con el mundo del boxeo. Luego, siguiendo su campaña de rehabilitación, aceptó compartir con Patterson la retransmisión por circuito cerrado de dos veladas. El cuatro de diciembre de 1961, Liston se enfrentaba al germano Albert Westphal, campeón de Alemania, a quien derrotó en el primer asalto; mientras Patterson defendía su título en Toronto, Canadá, contra el desconocido Tom Mc Neely, a quien derrotó en el cuarto asalto. La gente seguía pensando que Liston merecía una oportunidad, hasta el presidente John Kennedy llegó a pedir una oportunidad para Liston por el campeonato mundial de los pesos pesados. Antes de que ocurriera todo esto, el presidente Kennedy había invitado a Floyd Patterson por ser el primer campeón mundial que recuperaba el título después de haberlo perdido, Patterson le dijo que el siguiente rival sería Liston. El propio Sonny dijo: “Si no se lo hubiera dicho al presidente no me hubiera dado la oportunidad, pero cuando se le dice al presidente de los Estados Unidos algo, hay que hacerlo”. Pero a Sonny Liston le siguieron poniendo piedras en el camino para pelear por el título. Las autoridades neoyorkinas, por entonces las peleas se solían celebrar en la ciudad de los rascacielos, estaban convencidas que Liston no había roto sus vínculos con el hampa, por lo que no podía pelear allí. ¿Dónde podía ir?, el doctor Charles Larson, presidente de la Asociación Nacional de Boxeo, que haría todo lo posible para que no se celebrase la pelea Patterson-Liston, dijo “Si Liston llegara a ser campeón antes de rehabilitarse sería una catástrofe”. Tubo que ser Sir David Harrington Angus Douglas, duodécimo marqués de Queensberry, descendiente del octavo marqués de Queensberry, el creador de las reglas del boxeo moderno, quien le quitara hierro al asunto, “Si ahora no está en la cárcel es porque está en paz con la ley, y si es un buen boxeador tiene derecho a pelear con Patterson”. Por aquellos tiempos el movimiento pro-derechos civiles, liderado por el doctor Martin Luther King, estaba consiguiendo grandes avances por la integración de la comunidad negra, y veían a Floyd Patterson como un hermano que actuaba de paladín por la causa, y si Sonny Liston, ex delincuente y ex convicto, ganaba, traería problemas al movimiento pro-derechos civiles. Percy Sutton, director de la Asociación nacional Para el Progreso de las Personas de Color lo dejó claro: “Estoy a favor de Patterson porque él nos representa mejor de lo que podría hacerlo Liston”. Para muchos miembros de la comunidad negra, que ganara Liston suponía volver a los inicios ahora que los hombres negros estaban en el mudo del blanco que llegara Liston era volver a los comienzos. Los papeles estaban repartidos, el campeón Floyd Patterson era el negro bueno, y el aspirante “Sonny” Liston era el negro malo. El día 25 de septiembre, Charles “Sonny”conseguía al fin la oportunidad soñada de pelear por el campeonato mundial de los pesos pesados. Antes de iniciar la contienda, celebrada en el Comiskey Park de Chicago, varios ex campeones mundiales y algún campeón mundial subieron al ring: Joe Louis, Rocky Marciano, Jim Bradock, Ingemar Johanson, Ezzard Charles, Barney Ross, Dick Tige,rArchie Moore que todavía seguía en activo... Todos los invitados fueron aplaudidos por el público, salvo un joven púgil de Lousville, Kentucky, que había ganado la medalla de oro de las Olimpiadas de Roma en 1960, que fue abucheado por el respetable por su fama de hablar más de la cuenta, por supuesto nos referimos a Cassius Clay (todavía no había ingresado al Islam y cambiado su nombre a Muhammad Ali). Además de cantantes y actores, se encontraban entre el público gente de la mafia que estaban a favor de Liston. De alguna manera era como un homenaje a Frankie Carbo, jefe honorario a quien habían encerrado en Alcatraz por gestión ilegal (en gran parte por gestión ilegal de “Sonny” Liston) y por extorsión. El apoyo de los gángsters no se debía por ser uno de los suyos, sino que consideraban a Patterson un blandengue que hablaba de sus miedos como una damisela, y que seguía a su manager Cus D’Amato, al que consideraban un cantamañanas. Para ellos, Floyd Patterson era lo menos parecido a un campeón mundial de los pesos pesados “Patterson era un bicho raro, un vegetariano o algo parecido”. La pelea en sí no tuvo mucha historia, Liston le clavó sus jabs y sus derechas a la cabeza, mandándolo a la lona cuando sólo estaba en el primer asalto. “Por el modo en que cayó supe que no se levantaría” diría Liston más tarde. Patterson exclamó “quiero volver a pelear con él”, a lo que un periodista respondió “¿pelear otra vez?, ¿acaso has peleado esta noche?” pues Patterson sólo le había durado un minuto al recién proclamado campeón. Una vez conquistado el campeonato mundial de los pesos pesado, “Sonny” Liston esperaba que la gente le perdonara todo su pasado delictivo. Como ya había dicho el 26 veces campeón mundial de pesos pesados de 1937 a 1948 Joe Louis: “La única manera que tiene “Sonny” Liston de cambiar su vida es convertirse en campeón del mundo”. Cuando Liston se dirigía a Filadelfia, su ciudad de residencia, le contaba a su amigo Jack Mc Kinney que, ahora que era campeón mundial, pensaba demostrarle a todo el mundo que era un hombre nuevo, que quería conocer al presidente y ganarse a la Asociación Para el Progreso de las Personas de Color, aunque se hubiera decantado por Floyd Patterson, y que visitaría los guettos, a las iglesias negras, y que quería ser un campeón del pueblo. Pero cuando el avión aterrizó en Filadelfia nadie le esperaba, y en el ayuntamiento no le recibió el alcalde, “Esto es lo que hay” dijo, viendo que no lo querían ni la APPC ni fue recibido en la Casa Blanca. El combate de revancha contra Floyd Patterson, que sería la primera defensa que hacía de su título, se celebró en Las Vegas, una ciudad muy distinta a la que es hoy, de hecho, los promotores decidieron que se celebrase allí porque era una ciudad semivacía, y era un negocio de la mafia con sus casinos, hoteles y autoservicios. Su manager, Jack Miton, quiso que se concertase en las afueras de la ciudad, a lo que Liston se negó porque en aquellos momentos ya había asumido que no podría ser un campeón modélico como sus hermanos de raza Joe Louis, Jersey Joe Walcott y Floyd Patterson. Sonny y su esposa Geraldine quedaron encantados con Las Vegas, y cuando su manager le volvió a decir que tenía que entrenarse en las afueras de la ciudad como un monje, le respondió, “Vete a tomar por culo, nos quedamos aquí”. Un periodista le preguntó si Patterson no le había tocado en la primera pelea y si esta iba a ser mejor, a lo que Sonny contestó “Quien pague por este combate será un idiota, va a ser peor que el primero”. La revancha se celebró el 22 de julio de 1963, y unos días antes de la pelea, un jovencísimo Cassius Clay persiguió a Liston por la ciudad del juego (como hiciera Jack Johnson a principios del siglo para que el canadiense Tommy Burns le diese la oportunidad de disputarle la corona de los grandes pesos), entrando una noche en un casino donde jugaba el campeón, y Clay empezó a reirse de él, Sonny sacó un revolver y empezó a dispararle, lo que le hizo huir, luego se disparó a sí mismo y todo el mundo vio que era una pistola de fogueo. En la pelea de revancha contra Patterson volvió a destrozarle por K.O. en el primer asalto, durando la pelea cuatro segundos más que el anterior. Tras el combate, Clay subió al ring y empezó a decirle que la pelea había sido un fraude, que el propio Liston era un fraude, y que él era el verdadero campeón. Cuando iba a dirigirse al rincón de Liston, tres policías lo detuvieron. Cassius Clay, que por entonces predecía en que asalto ganaría a sus rivales esputó a Liston “Lo voy a tumbar en el octavo”, mientras sacaba sus ocho dedos al aire, y añadió “¡que no me hagan esperar!, ¡en el octavo!”. Y cuando le entregaron a Liston el cinturón de campeón del mundo éste le respondió a Clay “Esto es algo que nunca tendrás”. Aunque todo el mundo pedía un duelo entre Liston y Clay, el campeón prefirió dar una gira de exhibición por algunos países de Europa, pero tuvo que regresar a su país cuando se publicó que tenía dos hijas secretas: Mary, de 17 años, y Eleonor, de 12. Si su edad real era la que decía, unos 31 años, “Sonny” había sido padre a los 14. Liston tuvo que limpiar su imagen y contrató al legendario ex campeón mundial del peso pesado Joe Louis como asesor y relaciones públicas, y aceptó mantener charlas con los aficionados en el gimnasio mientras entrenaba y escuchaba la canción “Night Train” de James Brown. La verdad es que Joe Louis estaba allí sobre todo para decirle a la gente lo buen chico que se había vuelto “Sonny” Liston.
El campeón acababa de mudarse a Denver, y hasta allí fue Cassius Clay con un autobús que se había comprado hacía poco, lo había pintado de rojo y blanco, y como en la película Más dura será la caída, hizo de él un cuartel general sobre ruedas, además de un vehículo publicitario. Con pintadas que decían: El púgil más vistoso del mundo, Liston caerá en el octavo. Más tarde, junto a algunos amigos, se dirigió a la casa de Sonny Liston, y al llegar a Denver llamó a todos los periódicos y agencias de noticias de la ciudad para que viesen un magnífico espectáculo. Llamaron a la puerta y salió el propio Liston, Clay empezó a insultarle y provocarle diciéndole que se atreviese a luchar con él. Los vecinos terminaron llamando a la policía. Clay quería que lo viese como un payaso y un charlatán. Después de una pelea en Londres en la que Clay venció al púgil inglés Henry Cooper, campeón británico y campeon de la Commonwelt, por K.O. técnico y con muchos apuros salvándole la campana y estando contra las cuerdas, apareció en el vestuario Jack Nylon, manager de Liston, que les dio la noticia: “He volado 5.000 Km. Para comunicártelo, estamos dispuestos”. Finalmente el joven Cassius Clay había conseguido que se le diera la oportunidad de pelear por el título mundial, aunque para nadie era el favorito después de las dificultades que tuvo para derrotar a Henry Cooper. El equipo de Liston no lo veía más que como una perspectiva de dinero fácil. La pelea por el título mundial de los grandes pesos tendría lugar el 25 de febrero en Miami, la idea era que fueran muchos turistas, aunque los promotores de la pelea no las tenían todas consigo: Charles “Sonny” Liston era un negro con antecedentes criminales y ex presidiario vinculado a la mafia, y el aspirante Cassius Clay un negro charlatán y atrevido que tenía relación con los musulmanes negros de la nación del Islam. Además, Malcom X, ministro de la Nación del Islam, se había hecho íntimo amigo de Clay y había ido a verlo a su campo de entrenamiento. Los promotores convencieron a Malcom X para que dejara la ciudad y volviera el día del combate, dándole a cambio un asiento de primera fila, el número 7, cerca del rincón del aspirante. El día del pesaje oficial, Cassius Clay iba provocando al campeón, caldeando el ambiente acompañado de sus entrenadores Angelo Bundee, Drew “Bundini” Brown, del mítico ex campeón mundial de peso welter y medio Ray “Sugar” Robinson, y de uno de sus managers, pues entonces Clay tenía como representantes un grupo patrocinador de su ciudad natal. Iba gritando “Soy el boxeador más guapo del mundo”, “Ese oso grande y feo de Liston caerá en el octavo asalto”, “En el octavo asalto se verá que soy el mejor”. Clay hizo tanto ruido que le pusieron una multa de 2.500 dólares que le redujeron de su bolsa del combate. Tras las pruebas médicas del pesaje, todo el mundo creía que estaba asustado de Liston. El gran oso feo estaba completamente seguro de derrotar a Clay, igual que lo estaba todo el mundo, que veían al aspirant como un charlatán sin pegada alguna. Cuando el campeón subió al ring hubo hasta uno que gritó “¡Mata al negro, Sonny!”, y Clay dijo a Liston, que llevaba puesto el cinturón de campeón del mundo, “¿Para qué quieres eso?, ¿Para sujetarte los pantalones?”. Todo el mundo se preguntaba cuánto le iba a costar a Liston derrotar a Clay, ya en los cuatro primeros asaltos no consiguió el primero castigar al aspirante con ningún golpe mientras este bailaba alrededor suyo sin parar de insultarle y reírse a su costa, lanzándole jabs que lo ponían en evidencia y le habían producido varios cortes, incluso habían estado a punto de mandarlo a la lona. Al final del cuarto asalto, Clay le dijo a su entrenador Angelo Bundee que no veía absolutamente nada, se decía que Liston había puesto algún líquido en los guantes, aunque Clay años después dijo que era árnica que le habían puesto en los músculos y que le habían rosado sin querer. El aspirante quería abandonar, pero Angelo Dundee no le dejó, a sabiendas que no le volverían a dar otra oportunidad para el gran título, le puso agua en los ojos y le dijo “¡Sal ahí y no pares de correr!”. Clay aguantó a Liston el asalto que llevaba éste ganando por puntos, pero al siguiente y ya con la vista más despejada, siguió lanzándole golpes a un Liston que estaba pagando su edad y el no haberse cuidado mucho para la pelea. Al término del sexto asalto el campeón decidió no continuar, perdiendo por K.O. técnico y consiguiendo Clay el cinturón mundial de los pesos pesados. Nada más anunciar el arbitro el veredicto, Clay salió corriendo por el ring gritándole a los periodistas que no habían dado un duro por él “¡Ahora os tragáis vuestras palabras!”. Nadie por aquellos días se lo podía creer, la reputación de Liston estaba por los suelos al haberse negado a continuar y perder por abandono. Incluso en la cárcel donde había estado Liston como recluso, cuando terminó la retransmisión del combate por la tele, los presos se tomaron a escarnio su derrota y los gritos se oyeron hasta más allá de los muros. El gran oso feo alegó que estaba lesionado, el médico de la comisión de boxeo le detectó una lesión en el hombro, pero nadie le creyó. Mientras, Clay en la rueda de prensa hizo pública su pertenencia a la Nación del Islam, y anunció que ya no se llamaría Cassius Clay JR., sino Muhammad Alí, lo que hizo que después la Asociación Mundial de Boxeo no lo reconociera como campeón. Pero el Consejo Mundial de Boxeo sí lo reconoció como tal. Aún hubo tiempo de firmar la revancha entre Alí y Liston, tendría lugar el 16 de noviembre de 1964 en Boston. “Sonny” Liston se preparó lo mejor que pudo, como en los inicios de su carrera, haciendo lo que se suele hacer de preparación para un combate de boxeo, e incluso llegó a trabajar con un instructor de artes marciales para ganar agilidad, entrenándose en un club de judo y kárate. El nuevo campeón también se preparaba a fondo, y sabía además que su contrincante no era ningún jovencito, y los promotores de la pelea se frotaban las manos hasta salirles fuego pues además de la buena taquilla que iban a hacer, estaban los derechos de retransmisión por radio y televisión. Pero el combate tuvo que ser aplazado pues a Alí tuvieron que operarle de una hernia, retrasando la contienda hasta el 25 de mayo de 1965,teniendo lugar en Lewiston, Maine, en lugar de Boston. Lewiston, pese a ser una localidad pequeña, tubo unas grandes medidas de seguridad, pues estaba muy reciente el asesinato de Malcom X. Alí había dejado de ser su amigo por las disidencias de Malcom con Elijah Muhammad, líder de la Nación del Islam, y se rumoreaba que el siguiente en caer muerto sería el campeón mundial de los pesos pesados.

HOSTIAS EN LA PANTALLA
La figura de Liston ha sido varias veces representada en el cine, aunque hasta ahora siempre condicionado por el protagonismo de Mohamed Alí. La primer vez fue en el film Yo, el mejor (The greatest), dirigida en 197? Por Tom Gries y Monte Hellman, basado en la autobiografía de mismo título. Ni que decir que el propio Alí se interpretaba a sí mismo. En esta ocasión el papel de Liston recayó en Roger E. Mosley, rostro habitual de las blaxploitations de la época (Hitman, El predicador, Goldie el chulo...). Esta película se encuentra con facilidad en video y DVD en el catálogo de Columbia. En la reciente Alí (Michael Mann, 2001), es Michael Bentt, un actor con sólo unos pocos títulos en su carrera, quien encarna al excampeón mundial, mientras la estrella Will Smith da vida al protagonista de la cinta. Pero hay que recordar que en 1995, Jeff Lieberman -autor de cintas de culto como Gusanos (1976) y Destello azul (1976)- dirige para TV el documental de 60 minutos The misterious life and death of a champion, disponible en video de importación. Aunque debemos de agradecer al éxito del film de Michael Mann, que para el año que viene se estrene en los cines (quién sabe si en España llegará a la gran pantalla) Night train, donde el encargado de dar vida al “Gran oso feo” es Ving Rhames, a quien hace poco vimos interpretando a un campeón mundial de pesos pesados en la última película de Walter Hill, Invicto (2002). Night train cuenta con un guión de Shane Salerno (Shaft) y la dirección de William Friedkin (El exorcista, A la caza, Desbocado...) Mientras esperamos su llegada, podemos ver algunos de sus combates en VHS en la colección Boxeo, y el documental sobre Muhamed Alí estrenado en VHS y DVD poco antes del film de Mann.
- Alfonso & Miguel Romero -
El combate no tuvo mucha historia, pues Alí se desembarazó de él en el primer asalto, y luego se puso desafiante mientras Liston estaba tendido en el suelo y a su lado el árbitro, el ex campeón mundial de peso pesado Jersey Joe Walcott. Tras aquella pelea, el gran oso feo no volvería a ser el mismo, tardaría un año en volver a pisar un ring. En su regreso estuvo años peleando en Europa, en Suecia para ser más exactos, derrotando a púgiles de mediocre categoría. Sus pretensiones de volver a estar entre los mejores se desmoronaron cuando perdió ante su antiguo sparring Leotis Martin en el noveno asalto. Su siguiente pelea fue contra Chuck Werner, futuro aspirante en 1975 a la corona mundial de los pesos pesados que ostentaría por entonces Muhammad Alí, después de haber recuperado el título contra George Foreman, y en el que Silvester Stallone se inspiró para crear a Rocky Balboa. Liston lo derrotó por K.O. técnico en el décimo asalto, y a Werner le tuvieron que poner 57 puntos de sutura. Esa sería la última pelea de nuestro protagonista, pues seis meses después, el 30 de diciembre de 1970 su esposa lo encontró muerto en su casa de Las Vegas. Geraldine había ido a visitar a su madre, cuando encontró el cadáver a su regreso éste llevaba dos días muerto. La muerte de “Sonny” Liston sigue siendo uno de los grandes misterios en la historia del boxeo. Los médicos detectaron una sobredosis de heroína, pero en los ambientes policiales se rumoreaba que lo mataron. Charles “Sonny” Liston tuvo un entierro muy al estilo Las Vegas, en el funeral había en primera fila gente del mundo del espectáculo, caso de Ella Fitzgerald, Doris Day, Ed Sullivan y su colega Joe Louis. La misa la ofició su amigo el padre Murphy, que vino en avión desde Denver y dijo “De los muertos sólo se debe hablar bien” y “Sonny tenía virtudes que pocos conocían”, mientras en féretro de Liston recorría el Strip Boulevard, la avenida más importante de Las Vegas, por última vez. Como bien el padre Murphy resumió “Lo estuvieron utilizando toda su vida, y después de muerto lo seguían utilizando. Ahí estaba otro show de Las Vegas. Que Dios nos valga”. En su lápida reza “Charles Sonny Liston. 1932-1970. Un hombre”.

- Eduardo Álvarez Cónsul -